Este jueves, 18 de mayo, se hizo viral un video en el que se ve cómo un ciudadano fue golpeado por un grupo de personas en las instalaciones del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) de Caracas. El suceso ocurrió después de una marcha convocada por la oposición, que fue reprimida por los cuerpos de seguridad del Estado.

“Se regó el rumor de que esta persona era un funcionario del gobierno y eso es falso, era el propietario de un local. Sólo cuando se demostró a los transeúntes que no era, fue que se calmaron”, dijo a la AFP Raúl Pérez, vicepresidente de condominio del CCCT quien detalló que la víctima no sufrió lesiones graves.

Ahora en ccct escarra y un magistrado hasta los escolta llevaron coñazo pic.twitter.com/83irmuE2ux

— Thisbet Navarro (@thisnarce) 18 de mayo de 2017

Esta no es la primera vez que un señalamiento por identidad política termina en agresión.

En los días posteriores a la caída del general Marcos Pérez Jiménez, todo aquel que era identificado como “esbirro” -como llamaban a los partidarios del dictador- eran abordados por personas capaces de atacarlos. Aún no existía la palabra “escrache”, pero el acoso político ya se usaba.

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Situación similar ocurrió durante los primeros años de gobierno de Hugo Chávez, cuando cerca de la Plaza Bolívar de Caracas, se creó una zona conocida como “La esquina caliente”, donde todo aquel identificado con la oposición que se atreviera a caminar por el lugar, corría el riesgo de ser golpeado por algún seguidor del oficialismo.

Crispación emocional

Estos hechos son recordados por los sociólogos Ramón Piñango y Francisco Coello, quienes coinciden en que estas situaciones violentas no son otra cosa que la consecuencia de los problemas sociales, políticos y económicos que han aquejado a los venezolanos por años.

Piñango sostiene que “estamos en un  momento de altísima crispación emocional como consecuencia de la situación política y social que estamos viviendo. Hay un trasfondo de desabastecimiento, gente buscando comida en la basura y a eso se suma toda la conflictividad política”. 

En su opinión, este cúmulo de emociones ha desencadenado un “gran espíritu de venganza”, que da un claro indicio del clima social existente en el que las personas pueden llegar a perder la capacidad de análisis en este tipo de situaciones y en algunas más ligadas a la cotidianidad.

Por su parte,  Coello, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), apunta que, aunque son hechos que no deberían ocurrir,  la acción cometida contra el empresario en el CCCT y del escrache en el exterior son “el resultado de vejaciones, abusos, totalitarismos que han terminado explotando de la gente”.

YouTube video

La pregunta no es cómo pasó esto, sino cómo no pasó antes. Son 18 años en esto, pero además vamos para 50 días de abusos de la Policía Nacional Bolivariana, de los cuerpos de seguridad del gobierno que han terminado por ser el alfiler que estalla el globo”, sentenció haciendo referencia a las manifestaciones en contra de las políticas implantadas por el presidente Nicolás Maduro, que han dejado un saldo de 50 fallecidos.

El discurso político y su consecuencia en la sociedad 

Los expertos señalan que el discurso y las acciones de quienes están en el gobierno nacional, influyen directamente con este tipo de conductas.

“Las autoridades, que tienen más responsabilidad en la conducción del país, su conducta ha estado exacerbando los ánimos de una y otra manera. El mismo Presidente, usando cierto lenguaje, insultando a quien sea y señalado a quien sea. Mal modelo para sus seguidores y eso a su vez consigue acciones indeseables en opositores”, señaló Piñango, profesor del IESA

Para el sociólogo, el ataque al hombre en el centro comercial capitalino “es una raya más del tigre” en cuanto a la polarización política existente en Venezuela y alerta que, si no se toman medidas, “podemos seguir viendo cosas similares o peores”.

Por su parte, Coello suma que es el gobierno “el responsable de desactivar la bomba”, al responder a las exigencias de la población. En su opinión, la realización de unas elecciones podría servirle a la sociedad para “drenar” a través de un proceso pacífico y democrático.

Asimismo, añade que otras acciones como hacer cumplir la Carta Magna y sancionar individualmente a los funcionarios policiales y militares acusados de violación a los derechos humanos, le daría un mensaje a la población de que su dolor se canaliza de acuerdo a la ley.

Sin embargo, cree que el gobierno nacional hace todo lo opuesto al continuar con su propuesta de Asamblea Nacional Constituyente, pese a la negativa de la misma Fiscal General de la República y el procesamiento de civiles en tribunales militares.

“¿Cuál es la solución? Aplicar la ley. La vías están allí, son muy claras, son muy sencillas”, sentenció el profesor de la UCAB no sin antes expresar su preocupación porque, en su opinión, “estamos ante una situación límite” en la que se pueden ver paralelismos con la Alemania nazi.

“Eso siempre ocurre cuando una sociedad se equivoca y le da el poder a sistemas totalitarios, lamentablemente”, acota.

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