Comandante del Ejército, del Ceofan y Ministro de la Defensa hablaron sobre traición en un mismo día. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela declaró este miércoles, 9 de agosto, traidores a la patria a los dos militares que el domingo pasado se rebelaron en contra de la “tiranía asesina” del presidente Nicolás Maduro y comandaron el asalto a una brigada blindada en Carabobo.
La declaración transmitida por medios oficiales, la realizó primero el jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB, Remigio Ceballos, quien dijo que con previa autorización del jefe de Estado la institución castrense declaraba traidores al excapitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Juan Carlos Caguaripano Scott y al primer teniente del Ejército Jefferson García Dos Ramos.
Posteriormente, y en el marco de la conmemoración de los 30 años del conflicto político-militar de la Corbeta Caldas, el ministro de la Defensa, general en Jefe Vladimir Padrino López, presidió un acto solemne de ascenso Marinos Tripulantes, en el que calificó de traidores a “los adecos” que recriminaron la acción de los militares en 1987 contra la corbeta “Caldas” -navío de la fuerza armada colombiana- que ingresó en jurisdicción venezolana a través del Golfo de Venezuela.
Pidió en este acto a las FANB transmitido también por el canal del Estado, a mantenerse alerta “ante las constantes amenazas de las fuerzas imperiales que pretenden trasgredir la soberanía y autodeterminación del pueblo venezolano”.
Previamente el jefe del Ceofan, Remigio Ceballos, había gritado desde una instalación militar junto a decenas de uniformados, su repudio a los “traidores”, a quienes recriminaron el haber cometido un acto “terrorista, paramilitar y mercenario”, y también los calificaron de “enemigos” de la FANB y del “pueblo”.
“Declaramos también a todo grupo armado, terrorista, paramilitar y mercenario enemigo de la patria, enemigo de nuestra gloriosa FANB y a todos aquellos que utilicen sus armas contra el Estado venezolano, y ofendan el honor militar”, prosiguió Ceballos en su enérgica declaración, en la que no hizo mención a grupos oficialistas llamados colectivos.
Luego, el comandante general del Ejército, Jesús Suárez Chourio, consideró que el asalto, ejecutado por los dos insurrectos junto a una veintena de personas disfrazadas de militares, fue una acción “de los enemigos de la patria”.
“Hemos sido objeto de una traición. El primer teniente se hizo cómplice de este ataque terrorista contra el honor militar. Está en fuga, está siendo buscado activamente por nuestras fuerzas especiales, ya se están dando los frutos de esa persecución que le tenemos”, aseguró.
El jefe militar llamó a García Dos Ramos a entregarse “voluntariamente a rendirle cuentas a la Justicia venezolana”, y le prometió que tendrá un “juicio justo” con respeto a sus derechos humanos.
Los insurrectos robaron armas de la brigada 41 del fuerte Paramacay en el estado Carabobo y huyeron junto a un grupo de cómplices, pese a que dos de ellos fueron ultimados por militares fieles al Gobierno y otros siete puestos tras las rejas.
Con información de EFE