Las neveras de los puestos que venden carne y pollo en el Mercado Guaicaipuro están casi vacías. Pollo entero no hay desde hace dos semanas, solo exhiben bandejas de carne molida y algunas chuletas. Hace un mes, Sofía Quiroz Pérez gastó 13.168 bolívares en un mercado para 15 días; esa vez sí encontró pollo. Dos semanas después, la misma lista de productos tenía un valor de 15.950 bolívares… Este jueves 16 de julio los precios variaron nuevamente.
En el mercado Guaicaipuro, situado en la avenida Andrés Bello de Caracas, los pasillos están casi vacíos. Si la mamá de la familia Quiroz Pérez hubiese hecho este jueves las mismas compras habrìa gastado 15.256 bolívares, sin contar los Bs. 2.700 de los 6 kilos de pollo entero que llevó en esa oportunidad. Al sumar el pollo, el precio total sería Bs. 17.956; es decir, 2.700 más.
De la lista que incluye proteínas, embutidos, frutas, granos, verduras y hortalizas, lo que más ha aumentado son las caraotas negras. Hace dos semanas el kilo estaba en Bs. 180, ahora está en Bs. 440. Un aumento de 144%.
“¿Ya ni caraotas se va a poder comer entonces?, el colmo que eso también se convierta en un lujo como la papa blanca”, dijo Vilma Rangel, quien recorría el mercado y anotaba los precios para preparar el presupuesto con el que haría mercado. “Primero veo cuánto va a ser el susto”.

En la casa de Vilma viven tres personas y la única que gana sueldo mínimo es ella. Aunque con los salarios de su esposo e hijo no es que se pueda hacer mucho. El hijo trabaja en el Ministerio de Alimentación y gana 13.000 bolívares. “Ese pobre muchacho no puede ni comprarse un pantalón, ni un par de zapatos. De broma comemos”.
El encargado de una charcutería escucha detrás del mostrador y le responde: “Señora, nosotros no tenemos la culpa. Todas las semanas nos llega mercancía más cara”. Vilma no responde, se da media vuelta y sigue caminando.
Nerio Guevara trabaja en el puesto de al lado. Sale al escuchar la discusión y dice que tiene pérdidas en su negocio. Cada dos semanas le llegan cinco cestas de pollo entero, un total de 132 kilos, que solo le duran cuatro o cinco días. “Cada vez más caro. La gente ya no quiere comprar. A veces tenemos que rebajarlo y venderlo antes de que se pierda”.
Entre el olor a pescado, verduras y frutas, se escuchan las quejas de los compradores y las explicaciones de los vendedores. Al otro extremo, un hombre de 65 años limpia sus lentes con la franela gris que lleva puesta. Espera que el charcutero le dé los 100 gramos de tocineta que pidió para terminar de calcular cuánto pagará.
Medio kilo de queso blanco duro, 200 gramos de pecorino y de queso paisa, además de una bandeja de lomo embuchado y la tocineta dieron un total de 4.300 bolívares. “Yo sé que esto es un lujo, pero en mi casa somos dos y tenemos un negocio. Podemos gastar en esto”, dice el hombre que no quiere dar su nombre.
Un motorizado que esperaba su turno en el mismo puesto lo mira alejarse. –Y a mí que no me alcanza ni para el fiambre-.
Vanessa Arenas / @VanessaVenezia
