Un ataque armado de las fuerzas de seguridad y parapoliciales en Nicaragua este viernes, 13 de julio, dejó un saldo de cinco heridos en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (Unan-Managua), donde se encontraba atrincherado un grupo de estudiantes que desde mayo pasado protestan contra el presidente Daniel Ortega.
El hecho ocurrió mientras Ortega terminaba su discurso con el que concluyó el festejo sandinista del “repliegue” en la comisaría policial de Masaya, al no poder entrar en Monimbó.
En un primer momento los universitarios fueron atendidos en la parroquia Divina Misericordia, cerca del recinto de la Unan-Managua, en el sur de la ciudad nicaragüense, donde evacuaron a cientos de estudiantes. Afirmaron que fueron atacados por sorpresa con armas de guerra por las “fuerzas combinadas”.
Este sábado, 14 de julio, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez, informó que uno de los jóvenes heridos que resguardaba en la parroquia, había muerto.
Murió hace unos minutos un joven herido de bala esta madrugada que se resguardaba en la Parroquia Divina Misericordia. ¡Hay que sacar a toda la gente! ¡Hay que parar esta masacre! @Almagro_OEA2015 @PauloAbrao @totonia68 @OACNUDH @AmbCTrujillo https://t.co/RzXP7hX3h0
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 14, 2018
“Los estudiantes de la Unan habían abierto una discusión días atrás para una desocupación espontánea y pacífica. La respuesta que reciben: un ataque inadmisible. Se debe cesar fuego y permitir la entrada de la Comisión de Verificación y Seguridad”, escribió el secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), Paulo Abrao, en Twitter.
El Gobierno había advertido con anterioridad que las clases debían ser restablecidas en la UNAN-Managua.
Periodistas encerrados
Los estudiantes, que fueron expulsados de la universidad, utilizaban el campus como refugio de jóvenes manifestantes que temían represalias de las autoridades por protestar contra Ortega.
Tras ser desalojados a la fuerza, ese grupo de estudiantes se refugió en la casa cural de la parroquia Divina Misericordia de Managua, junto a cuatro periodistas, donde permanecían asediados por un grupo de parapolicías y paramilitares, que no les dejan salir.
Las autoridades autorizaron la salida del periodista Joshua Partlow, de The Washington Post, quien se encontraba encerrado junto a otros tres reporteros, uno de ellos corresponsal de la BBC, Ismael López, quien desmintió su liberación como había dicho la Cruz Roja.
Junto a López permanecen encerrados en esa parroquia dos informadores de medios nicaragüenses: José Noel Marenco, de 100% Noticias, y Sergio Marín, de La Mesa Redonda.
Además del periodista de The Washington Post, las autoridades permitieron la salida de “los heridos de la #UNANManagua”, dijo, por su parte, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, en Twitter. “Eso negociaron religiosos con los paramilitares”, agregó.
Nicaragua vive su crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente, que se ha cobrado al menos 351 vidas, según organismos humanitarios.
Con información de EFE