El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este domingo 1 de diciembre al primer ministro, Édouard Philippe, que se reúna con la oposición y con los “chalecos amarillos” para buscar una salida a la crisis nacional provocada por las protestas durante tres sábados consecutivos, que generaron un muerto, afectaron el Arco del Triunfo y han llevado a la disminución de reservaciones en los hoteles.
Las protestas podrían extenderse, por lo que el Gobierno francés no descarta decretar el estado de emergencia.
Luego de las acciones de los manifestantes en el Arco del Triunfo y avenidas el pasado sábado, Macron visitó las zonas afectadas y luego se reunió en el Elíseo con parte de su equipo de Gobierno, pero no hubo pronunciamiento oficial.
Según fuentes del Elíseo, Macron instó a Philippe a reunirse con los jefes de los partidos con representación parlamentaria y con los representantes de los manifestantes, sin dar una fecha concreta, con la voluntad de “dialogar“. Y solicitó además una “reflexión sobre la adaptación del dispositivo de mantenimiento del orden en el futuro”.
Philippe podría encontrarse de nuevo con la situación que vivió el pasado viernes tras haber invitado a una delegación de “chalecos amarillos“. Solo se presentaron dos miembros de este colectivo: uno que quiso guardar el anonimato y otro que se marchó minutos después de llegar ante la negativa del primer ministro a que se filmara la reunión. Un diálogo ante esta situación se estima complicado.
Visita al Arco del Triunfo
Hasta ahora, el regreso del presidente francés de la Cumbre del G20, celebrada en Buenos Aires, le permitió comprobar los daños sufridos en el monumento Arco del Triunfo, símbolo de la República, que fue objeto de vandalismo este sábado, 1 de diciembre.
El jefe del Estado, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, rindió homenaje a la tumba del soldado desconocido, que representa a todos los franceses muertos en la Primera Guerra Mundial, ensuciada por los manifestantes que dejaron sobre ella latas de cerveza y otros objetos.
Entre los daños destaca una estatua destrozada de Marianne, figura alegórica de la República Francesa, y graves daños en la tienda del museo, además de las pinturas en la fachada del Arco que esta mañana empezaron a ser cubiertas.
El ministerio del Interior francés actualizó este domingo 2 de diciembre las cifras de detenidos durante toda la jornada de manifestaciones de los llamados “chalecos amarillos”, que se saldó con 412 detenciones a nivel nacional y 133 heridos de los cuales 23 eran miembros de las fuerzas del orden.
Hoteles y restaurantes cancelados
Los hoteles franceses también constataron los daños de los graves disturbios e informaron de la cancelación de entre el 20 % y 30 % en restaurantes y de hasta 50 % en hoteles, según informó a Efe uno de los responsables del sindicato nacional de hostelería (Synhorcat), Vincent Sitz.
En el caso de los hoteles, a la espera de confirmar las cifras, el sindicato ha recibido ya alertas de cancelaciones para el periodo navideño de entre 15 % y 50 %, así como de huéspedes que han abandonado sus hoteles antes de terminar su estancia, como consecuencia de las movilizaciones.
“Es muy triste porque estábamos recuperándonos ahora del periodo de atentados de 2015”, deploró, e insistió en que si los turistas cancelan sus reservas para navidades y año nuevo el resultado para los hoteles puede ser “dramático”.
Muerto en la vía
También se informó este domingo de la muerte de un conductor en la carretera N113, a la altura de Raphèle-lès-Arles (sureste), que había sido bloqueada por un grupo de los llamados “chalecos amarillos”, tras chocar bruscamente contra un camión durante un importante atasco, informó la prensa regional.
Según la cadena “France 3“, el accidente tuvo lugar cuando el conductor impactó con el camión que tenía delante y fue golpeado a su vez por detrás.
El Ministerio del Interior informó este domingo que las protestas de los “chalecos amarillos” del sábado se saldaron con 110 heridos, uno de ellos de gravedad.
Con información de EFE