Con la voz quebrada y a punto de llorar, Sonia Correa se lamenta por el dolor corporal que la aqueja. “Me duele todo. Las coyunturas las tengo endurecidas. A veces me tiembla la mano derecha y me caigo porque pierdo el equilibrio fácilmente”, dice la maracayera de 52 años que fue diagnosticada con Mal de Parkinson hace 3 años. El medicamento que la estabiliza, denominado Sinemet (levadopa), se consigue esporádicamente en las farmacias privadas, pero como necesita una cápsula cada 4 horas, una caja no le dura ni un mes.

“Solo los dos primeros meses pude conseguirlo en Locatel sin problema, luego empezó el martirio”, denuncia Correa en referencia al fármaco que en su versión simple se encuentra regulado a Bs. 6,40, mientras que el especializado “TR” supera los Bs. 250. Según cuenta, toda su familia se afanó a buscarlo una vez que las dificultades para adquirirlo se hicieron evidentes. Todos se pusieron en contacto con sus conocidos a lo largo y ancho del país y se activaron en redes sociales para ver si alguien de buena fe lo conseguía y se lo facilitaba.

Luego de dos meses sin ver una caja, la mañana de este jueves 3 de septiembre Sonia retomó el tratamiento. Un familiar le consiguió unas caja en Caracas y además recibirá otra pronto. “Una amiga me mandó unas desde Panamá para este mes”, dice más calmada.

Sonia sufre y eso se percibe al escuchar sus palabras, que a veces se entrecortan por lamentos durante la conversación. De hecho, se disculpa por su manera de hablar: “Puede que por la misma enfermedad se me enrede la lengua y no me haga entender, lo siento”, continúa. Luego, vuelve con sus dolencias que, según dice, empeoran cuando se cae, lo que es frecuente en personas con esta enfermedad debido a que deteriora el equilibrio. Sin embargo, ella que es costurera no ha dejado de trabajar a pesar de su condición. “Ahora solo trabajo para la familia, porque todo está muy caro”, indica.

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