Una paliza 0-3 sufrió el Real Madrid ante el CSKA de Moscú en el Santiago Bernabéu, casa del club “merengue” en el partido de cierre de grupo en la Liga de Campeones de la Uefa.
Lo que ha sido catalogado como “el miércoles negro” en la historia del Real Madrid representa la peor derrota jamás encajada por el conjunto español jugando en casa en cualquier competición europea.
Una tormenta rusa en Madrid
Antes de comenzar el sexto partido del grupo G de la Liga de Campeones de la Uefa, las posiciones estaban prácticamente definidas. El Madrid iba primero con 12 puntos y la Roma marchaba en el segundo puesto con 9. Muy lejos estaba el CSKA de Moscú y el Viktoria Plzen, ambos con una sola unidad.
Faltaba por definir qué equipo quedaría tercero de grupo y lograría el pase a la Uefa Europa League, la segunda competición de clubes más importante de Europa. El Viktoria Plzen checo tenía que recibir a la Roma y el CSKA de Moscú buscaría una victoria ante el Real Madrid en España.
El partido se mantuvo empatado en su primera media hora. Sin embargo, la tónica era bastante inquietante. El Real Madrid parecía conforme con un empate y no presionaba a los rusos que encontraban espacios a placer en el mítico césped del Santiago Bernabéu.
El primer gol del encuentro llegó al minuto 37 y fue una verdadera joya. Fedor Chalov tomó el balón en el área grande del rival y realizó una pausa magistral para definir con su pierna izquierda al fondo del arco defendido por el belga Thibaut Courtois.
El segundo tanto llegó apenas seis minutos después. Otra desatención en la defensa madrileña dejó el espacio y la oportunidad perfecta para que Georgi Schennikov definiera y le diera un 0-2 a los rusos, algo inesperado.
La tercera y definitiva anotación del encuentro llegó en el minuto 73 de partido gracias a una gran habilitación de Nikola Vlasic al islandés Arnór Sigurdsson, quien definió rasante de pierna derecha para vencer al meta del conjunto madrileño.
Silbidos en la noche del Real Madrid
Mucho antes de finalizar el compromiso ya los asistentes al Santiago Bernabéu pitaban las acciones del juego. Uno de los objetivos principales fue Isco Alarcón, quien apenas tocaba el balón ya generaba la silbatina de gran parte de los aficionados.
Los abucheos aumentaron a medida de la llegada de cada gol del equipo ruso y, al finalizar el compromiso, los fanáticos que quedaban en el estadio terminaron de despedir con enfado a su equipo.
Con este resultado, el Real Madrid encajó la peor derrota en casa en la historia de sus participaciones en competiciones europeas. Sin embargo, el conjunto dirigido por Santiago Solari avanzó como primero de grupo.
A pesar de la épica, al CSKA no logró avanzar a la Europa League puesto que el Viktoria Plzen también venció a la Roma y, por enfrentamiento directo, el conjunto checo logró mantenerse en el tercer lugar.
Fotos: Uefa Champions League