El juicio que se le sigue a Leopoldo López no es el único que ha demorado en su fase conclusoria. La espera para conocer la sentencia, con “plantones” y madrugonazos, ya la vivió el país en dos oportunidades que, como la de López, también fueron mediáticas: el caso del fiscal Danilo Anderson, asesinado el 18 de noviembre de 2004, y el de los funcionarios de la extinta Policía Metropolitana (PM), acusados por los sucesos del 11 de abril de 2002.
A pocas horas para que se conozca la sentencia del líder de Voluntad Popular, hay un gran detalle que diferencia al juicio de López con estos dos procesos que merece ser recordado: los periodistas no han tenido acceso, al menos no con todas la de la ley, para dar cobertura a las audiencias. Las únicas imágenes que se conocen de López en una comparecencia en el Palacio de Justicia fueron tomadas con una cámara oculta y publicadas por el diario El Nacional, cuyos reporteros han sido expulsados más de una vez del recinto, al que logran ingresar bajo alguna excusa.
El abogado de López, Juan Carlos Gutiérrez, ha denunciado, entre otras cosas, que el proceso está “lleno de vicios” y uno de los argumentos que ha señalado ha sido la falta de cobertura y el acceso de los medios, prohibido por la jueza Susana Barreiros.
Anderson, rápido pero enredado
El caso del fiscal Danilo Anderson sí fue registrado por los medios, incluso desde las salas donde se realizan las audiencias. Ricardo Matheus, para entonces reportero de Últimas Noticias, recuerda que la prensa pudo cubrir in situ el juicio. “Y eso que el caso Anderson es uno de los más enredados que ha tenido este país, pero la mayoría de las veces los reporteros tuvimos acceso a las salas, siempre presentando el carnet de prensa”, señala.
Los únicos condenados por el crimen del fiscal,que llevaba el caso de los carmonafirmantes del 11 de abril de 2002, son Rolando, Otoniel y Juan Bautista Guevara. Anderson fue asesinado a las 9:45 de la noche del jueves 18 de noviembre de 2004, en una explosión mientras transitaba en su camioneta amarilla por Los Chaguaramos. Los presuntos autores materiales, que hoy pagan su condena en la sede del Sebin, fueron detenidos pocos días después del trágico hecho.
En un intento de encontrar a los autores intelectuales, que aún no se conocen, en agosto de 2005 fue detenido el ciudadano colombo-venezolano Giovanny José Vásquez de Armas, mejor conocido como “el testigo estrella”. Declaró solo una vez ante los tribunales venezolanos, apunta la periodista Laura Weffer. Su versión vinculaba con el crimen a dirigentes opositores, dueños de medios de comunicación y a la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Su testimonio fue fundamental para que se imputara a los autores intelectuales y se condenara a los Guevara. Explicó detalladamente cómo se diseñó el atentado, enumeró a los presuntos culpables y firmó actas incriminatorias. Después de unos meses, desmintió toda la información que antes daba como cierta y denunció el forjamiento de actas. Su abogado, Morly Uzcátegui, aseguró que a su cliente le pagaron 500 mil dólares por participar en el montaje del caso Anderson.
El juicio empezó el 10 de noviembre de 2005 y no hubo interrupciones ni audiencias diferidas, recuerda el periodista Eligio Rojas. Un mes después, el 20 de diciembre de 2005, Rolando y Otoniel fueron condenados a 27 años y 9 meses de presidio y su primo, Juan Bautista, recibió la pena máxima de 30 años de cárcel. Aunque fue un juicio veloz, la sentencia demoró y llegó poco antes de la medianoche.
Los reporteros gráficos pudieron retratar varios momentos, dentro de la sala y cuando los acusados abandonaban el recinto, cosa que no ha podido ocurrir en el caso de López por el hermetismo y la fuerte presencial militar en las afueras del Palacio de Justicia, en cada una de sus audiencias.
El día que se conoció la sentencia, Rojas, quien estuvo presente en la sala, escribió para Últimas Noticias: “Prometiendo volver a las 8 pm con una sentencia que, según sus palabras, ‘será la más justa’, el juez Luis Cabrera se retiró a la 1 pm de la sala de audiencias a tomar la decisión”. El veredicto se conoció casi tres horas después de lo provisto, a las 11 pm.
En esa audiencia estuvieron los tres acusados, un juez, un secretario, dos camarografos, dos alguaciles, tres fiscales, cuatro escoltas y 13 periodistas.
El juicio que encarceló a Simonovis
Uno de los juicios más largos en el historial judicial venezolano es el de los comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero, Henry Vivas y ocho funcionarios de la PM, imputados por los sucesos del 11 de abril de 2002.
Comenzó el 20 de marzo de 2006, tres años después del golpe y se demoró tres años más en culminar, el 3 de abril de 2009. Fueron 230 audiencias, en las que se presentaron 265 experticias, 5 mil 700 fotos y 20 videos, con declaraciones de 198 testigos y 48 expertos, reseñó RNV.
La primera complicación de este proceso fue que la causa estaba radicada en Maracay, estado Aragua, y los imputados tenían que trasladarse cada vez que había audiencia, rememora el reportero Matheus. “En este caso sí hubo muchas audiencias diferidas, porque siempre faltaba alguna persona, algún testigo. Fueron años de mucha tensión, sobre todo para los familiares de los presos”, señala el periodista.
Como en el caso Anderson, la cobertura periodística no fue impedida: “Ayer a las 5:35 pm, la jueza Marjorie Calderón declaró cerrado el debate probatorio del juicio que se le sigue a los ocho policías metropolitanos y tres comisarios por tres muertes y 29 lesionados que arrojaron los hechos del 11 de abril de 2002. ‘El tribunal va a pasar a deliberar’ dijo la jueza y convocó para las 9:00 pm para informar si ya tenían o no una sentencia. Sin embargo, luego lo aplazó para la medianoche y después para las 5:00 am de hoy”, reseñó Últimas Noticias en la edición que circuló al día siguiente de la última audiencia.
La sentencia no se conoció sino hasta las 11:38 am del 4 de abril, tras una jornada intensa en la que lloraron tanto familiares de las víctimas y acusados, al terminar de escuchar la lectura de la jueza. Los medios esperaron toda la noche, hasta el mediodía, afuera del Palacio de Justicia.
Seis años después del fallo, los tres comisarios gozan de medidas cautelares por razones humanitarias y de salud. Simonovis fue el último en obtener la casa por cárcel, el 20 de septiembre de 2014.