El anuncio de la sentencia de Leopoldo López desató una guerra de cacerolas e insultos en los edificios de la Misión Vivienda (complejo habitacional José Félix Ribas) al lado del centro comercial Victoria Plaza, en la avenida Victoria.
No había transcurrido ni un minuto de que se supiera la decisión que condena al político a 13 años tras las rejas, cuando se escuchó el primer golpeteo. Le siguió otro, después otro y otro. En ocasiones anteriores se había oído el ruido de las ollas, pero nunca antes en estos apartamentos entregados por el Gobierno.
Desde la torre C una voz femenina gritaba: Malagradecidos, tienen esta casa gracias a (Hugo) Chávez. Nunca hubiesen tenido un apartamento en esta zona si no hubiese sido por la revolución. La respuesta no tardó en llegar: ¡Jalabolas!.
En el mismo edificio, otro piso, lanzaron: Nos estamos muriendo de hambre y una vecina contestó: Baja que aquí tengo harina.
Niños, jóvenes y adultos mayores estaban asomados por la ventana. Ya no había cacerolas. Un “viva Chávez” se escuchó. Una amenaza: Ya sabemos quiénes son, ojalá vengan y los saquen.
Una voz intentando concertar fue lo último que se oyó, antes de que pusieran la música de Alí Primera a todo volumen. “Tómese una pastilla para los nervios, hay que calmarse”.
En otras partes de Caracas ocurrió algo similar y desde las redes sociales dieron cuenta de ello:
Cacerolas en mi lado de Catia y muchas motos también. Gritos de los vecinos oficialistas y opositores.
— Laura Solórzano (@LauSolorzano) September 11, 2015
Los colectivos y la gente de la misión vivienda insultan a quienes tocan cacerola… — Laura Solórzano (@LauSolorzano) September 11, 2015
La gente ignorante cree que si le asignaron una casa, se lo deben a este gobierno.
Prefiero que no me den nada si tengo que pagar con mi libertad de pensamiento