Rodrigo Lopes es un periodista brasileño, de 40 años de edad. Lleva 22 años de ejercicio profesional y al frente de la fuente internacional ha estado en Irak, Libia, Haití, Honduras e incluso en Caracas en el año 2007, cuando se realizó en Venezuela el Foro Social Mundial durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez.
El viernes 25 de enero llegó de Porto Alegre, donde trabaja para el diario Zero Hora que forma parte de la cadena Red de Brasil Sur (RBS), para darle cobertura al pronunciamiento que en horas del mediodía ofreció el presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
Tras dar cobertura y enviar el reporte a su diario en Brasil, decidió caminar desde el Palacio de Miraflores hasta la sede del Parlamento venezolano. Con su teléfono hizo tres fotos de una “pequeña manifestación” como describió a Efecto Cocuyo lo que vio en el Palacio Presidencial.
Cuando lo hizo fue abordado por una persona vestida de civil que le quitó el teléfono de sus manos. Enseguida fue señalado de ser un militante de la oposición cuando vieron en su aparato imágenes y videos del acto de Juan Guaidó en la plaza Bolívar de Chacao.
En ese interín intentó borrar las imágenes que había hecho, pero era tarde porque ya veían las del presidente encargado.
“Ese hombre me llevó al área de seguridad. Llamó a un superior que era un oficial porque todos estaban vestidos de civiles. Empecé a informar que era periodista brasileño, pero este oficial empezó a decir que Brasil no reconoce a Venezuela, que la prensa brasileña dice que Maduro es dictador y me iban a meter a la cárcel”, relató.
Lo ingresaron al Centro Estratégico de Seguridad y Protección a la Patria (Cesspa), donde de nuevo fue interrogado; esta vez sí por un oficial vestido de militar. En ese momento le retuvieron su pasaporte.
El militar lo acusó porque su país no reconoce a Maduro, a lo que él trato de explicarle que Hugo Chávez estuvo en Porto Alegre para el Primero Foro Social y que esa región tenía buenas relaciones con Venezuela.
En un momento Lopes quiso levantarse para conversar con el efectivo, pero este lo acusó de querer pelear y lo obligó a sentarse de nuevo. “Comenzó a interrogarme y preguntar dónde trabajo, chequear en Internet todos los artículos del diario para saber si llamaba a Maduro dictador, si la línea editorial del periódico era de derecha o izquierda”.
Ya para entonces el reportero no solo tenía nervios sino que comenzó a sentir miedo, porque intentaba entender por qué tomar tres fotografías habían provocado su detención por dos horas dentro de la instalación militar.
Dentro del Cesspa encontró a otro periodista, pero era español, quien le contó que a una compañera le había hecho lo mismo por lo que estaba atravesando Lopes y le dijo que era “un procedimiento normal” de los cuerpos militares.
“Siempre hubo personas diferentes hablando conmigo, hasta una cuarta persona. Después de dos horas me entregaron el teléfono y el pasaporte, me sacaron dos fotos y me dijeron que si pasase algo de nuevo sería encarcelado y respondería de acuerdo a las leyes venezolanas”, dijo Lopes.
Al ser liberado tampoco entendía que podría ser considerado por los militares como una reincidencia para que volviera a ser arrestado. Después de llegar al hotel donde estaba alojado, sus directores y editores pidieron que regresara a Brasil porque no había condiciones de seguridad. Volvió la madrugada del sábado 26 de enero a Porto Alegre.
En el aeropuerto de Maiquetía dudó en comprar un recuerdo de Venezuela para su pareja, pero después se dijo que lo que había ocurrido no era contra los venezolanos, sino contra un gobierno que atenta contra la libertad de expresión.
“Ya no me siento triste, sino indignado. Fue un acto de censura, de control de la prensa y de la libertad de expresión. He recibido muchos mensajes de entidades brasileñas, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y asociaciones de periodistas. En cuanto esté este gobierno creo que no puedo regresar a Venezuela”, resaltó.
Lopes resumió estar en Venezuela por apenas 24 horas: “Ser brasileño en Venezuela es como ser enemigo del gobierno de Maduro”.
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Foto: Critica24.com