Las detonaciones y los efectos del gas lacrimógeno se hicieron sentir, por segundo día consecutivo, la mañana de este domingo 24 de febrero en el puente Francisco Paula de Santander, conocido también como puente de Ureña.
Pese al cierre de los pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela, anunciados primero por el gobierno de Nicolás Maduro y luego por el de Iván Duque, un grupo de personas se apostó debajo del puente Santander para intentar cruzar a territorio venezolano.
En la parte de arriba permanecían los “restos” de los camiones cargados de ayuda humanitaria que, luego de que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) comenzaran a reprimir la protesta con lacrimógenas, resultaron incendiados.

“¡Asesinos, vende patria”!, gritaban los manifestantes desde las llamadas trochas, los caminos irregulares utilizados para atravesar la línea limítrofe binacional. Alrededor de las 11:50 de la mañana hubo más detonaciones y quienes protestan tuvieron que replegarse.
“Ayer nos quemaron gandola y media, por eso estamos aquí… Queremos que pase la ayuda y reencontrarnos con nuestras familias“, expresó una de las mujeres que llevaba el rostro cubierto. “Me comuniqué con mi bebé que está del otro lado. Me pide galletas y leche que no le puedo dar”, agregó.
Mientras otro manifestante reclamó que los medios de comunicación en Venezuela no estaba transmitiendo lo que ahí sucedía: “Pasan puras comiquitas o Maduro bailando sobre la sangre de muchos”, expresó.
Casi en simultáneo, desde Caracas, el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, afirmó que “guarimberos drogados” habían incendiado los camiones en el puente de Santander.
Al mediodía, un grupo de alrededor de 20 hombres, la mayoría jóvenes, comenzó a subirse al puente, ya en territorio venezolanos y a escasos metros del piquete de la GNB. Minutos después la Policía Nacional de Colombia se formó en línea detrás de la baranda que divide ambos países y retiró a la prensa del lugar.
Violación de DDHH
En horas del mediodía se acercó al puente el diputado ecuatoriano Fernando Flores. Solicitó a un policía que le prestará un parlante y desde la baranda que divide ambos territorios pidió tratar de hablar con un comandante de la GNB para tratar un asunto de derechos humanos, pero no tuvo respuesta.
Desde ahí, el parlamentario relató que buscaba hacer gestiones para que los militares permitieran el paso de una mujer venezolana que había dado a luz en Cúcuta el día anterior pero el bebé había fallecido: “Tiene a su hijo en una caja de cartón porque no tienen recursos, quieren regresar a su país para darle digna sepultura y allá los espera su familia”.
Antes de partir a otro puente para intentar el paso de la mujer, Flores comentó que aunque Ecuador no pertenece al Grupo de Lima, el canciller y vicecanciller de su país fueron invitados a la reunión de esta coalición de Estados que se realizará el lunes 25 de febrero para discutir la situación de Venezuela.
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Fotos: @IvanEReyes-Enviados especiales a Cúcuta