Ni la larga caminata de regreso a su casa, de Altamira (municipio Chacao de Caracas) a la avenida Baralt (municipio Libertador), hizo que Maryelis pudiera conciliar el sueño. El apagón que se registró este jueves 7 de marzo, a las 4:54 p.m, la dejó llena de ansiedad y sin servicio eléctrico, de telefonía móvil, internet, servicios públicos y transporte subterráneo.
Más que la falta de servicio eléctrico, le angustiaban las dificultades para comunicarse y ver lo que estaba sucediendo en las redes sociales. El apagón agarró a Maryelis y a su esposo, Héctor, “fuera de base”. Si bien tenían varios recipientes de agua para sobrellevar la contingencia, tenían muy pocas velas y “más o menos” comida.
La mañana de este viernes, 8 de marzo, salió a caminar con su esposo, para ver si conseguían un lugar donde cargar sus teléfonos celulares. Se encontraron con pocas personas a los alrededores del Capitolio y muchos comercios cerrados.
Cerca de su residencia, en la avenida Baralt de Caracas, un señor tenía prendida la radio en su vehículo. Ambos se acercaron para escuchar las noticias. Fue así como se enteraron que el apagón afectó a 22 estados del país y que fue causado, según el ministro de Información y Comunicación de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, por un “sabotaje” contra el sistema de generación y distribución hidroeléctrico en el embalse del Guri.
Efecto Cocuyo hizo un recorrido por algunos sectores de los municipios Libertador y Chacao de Caracas, este viernes 8 de marzo, para conversar con los transeúntes y pulsar el ritmo de la ciudad al cumplirse más de 20 horas sin servicio eléctrico.
Ciudad fantasma
La mañana de este viernes se parecía más a un día domingo en La Candelaria. Muy pocos locales comerciales abrieron sus santamarías para vender “sólo en efectivo”. Unos pocos transeúntes esperaban un autobús en las paradas de la avenida Urdaneta. Sólo un local cercano al Ministerio de Agricultura y Tierra tenía luz.
Entre la resignación y la incertidumbre, algunos caraqueños salieron de sus casas este viernes a comprar comida con el dinero en efectivo que tenían reservado. Un vecino de la parroquia La Candelaria aseguró que los comercios de la zona amanecieron cerrados. Pudo comprar algunos alimentos en los vendedores informales. Le preocupa que no alcance para alimentar a las otras cinco personas que viven en su casa.
A pesar de la suspensión del servicio eléctrico y las comunicaciones, su hija, quien trabaja en el Ministerio de Educación, tuvo que salir a la concentración chavista por el Día Internacional de la Mujer, que se llevaría a cabo en la plaza Bolívar. “Va obligada”, comentó.
La noche del pasado jueves no tuvo inconvenientes para cocinar la cena. Su hogar tiene conexión de gas directo. Por el teléfono local recibió muy pocas llamadas. Se enteró de las declaraciones de los voceros del Estado venezolano sobre la situación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) a través de la radio de su teléfono.
La mañana de este viernes, los circuitos Unión Radio, Éxitos y Onda, así como la estación La Mega, transmitieron información en directo. Contactaron a sus corresponsales en los estados e informaron sobre la situación de los hospitales.
Se empieza a reestablecer el servicio
Las fallas eléctricas no pararon a los comerciantes de la avenida Sucre (municipio Libertador). Cuando Efecto Cocuyo recorrió la vía, a las 12:45 p.m se reestableció el servicio eléctrico en algunas tiendas y los semáforos volvieron a funcionar. A diferencia de La Candelaria, en la parroquia Sucre se observó un importante flujo de transeúntes.
En la plaza Sucre de Catia, el señor Miguel Escalante contó que caminó desde su casa en San Bernardino para ir a su consulta en una clínica cercana. Se encontró con que el centro de salud estaba cerrado.
El pasado jueves, caminó desde su trabajo en Vista Alegre hasta Nuevo Circo. Allí lo pasaron buscando y lo llevaron hasta su residencia en San Bernardino. Hasta el pasado jueves tuvo “acceso a los medios de comunicación”. No pudo contactar con sus familiares por sus líneas Movilnet y Digitel.
Sin información
Muy pocos comercios subieron sus santamarías en la avenida Baralt de Caracas. Algunos vendedores informales aprovecharon la coyuntura para vender alimentos en efectivo. El mercado de Quinta Crespo estaba cerrado. Sin embargo, una buena cantidad de buhoneros continuó con sus actividades a los alrededores del establecimiento.
En el centro de Caracas, a los alrededores de la plaza Bolívar, el comercio se paralizó por completo. Algunas personas acudieron a el acto chavista para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Gracias a una planta eléctrica, las voceras y los músicos pudieron amenizar el evento, que tuvo baja participación.
A una cuadra de allí, en la plaza El Venezolano, se encontraba la señora Mercedes, quien vive en la avenida Lecuna. “Algo hay que hacer, no hay manera de encontrar información”, comentó. A la 1:30 p.m aún tenía señal Movilnet en su teléfono.
Al otro lado de la ciudad, en el municipio Chacao, algunos hombres sacaron sus carros a la calle para cargar sus teléfonos y escuchar las noticias en la radio. Sólo dos panaderías estaban funcionando a los alrededores de la plaza Bolívar. Una de ellas estuvo trabajando hasta el mediodía.
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Foto: Iván Ernesto Reyes