En la Morgue de Bello Monte el dolor se siente en el ambiente. La mañana de este miércoles, la tristeza se reflejaba en el rostro de Mayulis Suárez, quien gestionaba el papeleo necesario para retirar el cuerpo de su tío Enrique Suárez, que falleció el domingo en la noche.
Suárez, de 53 años de edad, laboraba como obrero en la remodelación del estadio de la Ciudad Universitaria. Al salir de su trabajo, lo interceptaron en la avenida Sanz de El Marqués para quitarle el celular. “El teléfono ni siquiera era última generación”, contó su sobrina.
Preocupada porque Suárez no llegaba a casa, su pareja intentó comunicarse con él, pero ninguna de las llamadas fue respondida. El lunes funcionarios de la morgue la contactaron para darle la noticia. Lograron identificar el cuerpo porque los ladrones no se llevaron sus documentos.
El obrero había recibido una puñalada en un costado que le segó la vida.
Los familiares de Andri José Peña también se encontraban este 7 de octubre en la morgue. Andri era el mayor de cuatro hermanos, y fue precisamente uno de ellos el que relató lo sucedido.
Según la versión que maneja la familia, el móvil habría sido el dinero de una liquidación que Andri acababa de recibir, aunque no saben la cifra exacta. Estaba en su residencia en Santa Cruz del Este, municipio Baruta, cuando recibió una llamada telefónica. Eran alrededor de las 9 de la noche del martes 6 de octubre.
Se cree que en la llamada le ofrecían invertir ese dinero, por lo que Andri, un cocinero desempleado, salió con el efectivo a la calle. Allí lo golpearon y le dispararon.
Los vecinos de la zona lo encontraron y se encargaron de avisar a su familia y de llevarlo a un Centro Diagnóstico Integral, donde recibió los cuidados de emergencia. Posteriormente fue trasladado al Hospital Universitario, y allí falleció por una hemorragia interna.
En medio del dolor, la familia no se quejaba solo de los operativos policiales de la zona; también lo hacía del alto costo de la vida. “Uno va al mercado y una bolsita con unas cebollas y unos pimentones son Bs. 500. Así no se puede”, comentaba el hermano.
“Yo no quiero entrar ahí”, dijo cuando le pidieron que fuera el testigo de la entrega del cuerpo.
Según cifras extraoficiales, en las últimas horas habían ingresado 6 cadáveres a la morgue.