La crisis en el sector salud parece golpear a los venezolanos por todos los frentes. A la falta de insumos médicos y a la escasez de medicamentos, se le suma este año la dificultad para conseguir las vacunas necesarias para la prevención de cierto tipo de enfermedades.

El panorama es opaco, según refieren los expertos en materia. De las 15 vacunas  contempladas en el Esquema Nacional de Vacunación de la Familia del Ministerio de Salud, hay fallas en la distribución de al menos 12. Sobre las inmunizaciones que están por fuera del programa, como la Antivaricela o Antihepatitis A, el déficit es aún mayor.

El médico pediatra y epidemiólogo, Alejandro Rísquez, dirige Vacuven, una distribuidora de vacunas del sector privado. Ratifica que efectivamente hay dificultad para conseguir ciertos tipos de inmunizaciones y explica que el problema está presente tanto en el sector público como en el sector privado.

La Trivalente viral, que es contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis, no se consigue en la red privada pero sí en la pública, según indica. “Aparecen esporádicamente. Las envían a alguna alcaldía, distrito sanitario y después no vuelven a reponerlas”, refiere.

La pediatra del Centro Médico de Caracas, Sol Rivas, aconseja a sus pacientes asistir a centros públicos donde le consta que sí se administran algunas como la misma Trivalente o la Pentavalente (contra la Difteria, Tosferina, Tétanos, Hepatitis B, Meningitis y Neumonias por Hib). Lo dice con propiedad porque labora en El Algodonal, donde las vacunas van y vienen.

En la Maternidad Concepción Palacios, centro público de referencia por su tratamiento a niños y madres, una epidemióloga que prefiere resguardar su identidad asegura que allí las vacunas no escasean tanto. El máximo tiempo que han estado sin una inmunización es un mes y el caso más recurrente es la falta de Antihepatitis B para madres.

Muchas de las vacunas que se manejan a nivel público son de fabricación cubana e india. Rivas menciona que esto afecta la decisión  de muchos padres que prefieren abstenerse de ir, porque asumen que la calidad de las dosis no es comparable a la de los laboratorios mundialmente conocidos, como GSK o Sanofi. La Trivalente viral que se consigue en la actualidad es de origen indio, según informa el médico internista Rigoberto Marcano.

Rísquez indica que por ejemplo la Antipolio oral (contra la Poliomelitis) escasea en ambos sectores y asegura que ante la falta se está dejando de aplicar: “No se ponen la vacuna y ya”. La Antiinfluenza estacional, que se administra tanto a niños como adultos, usualmente llegaba en septiembre, pero este 2015 no arribó, según el reporte del epidemiólogo y  de Marcano.  A la Maternidad Concepción Palacios llegó un lote en enero,  pero ya en abril se agotó y no la aplicaron más, de acuerdo con la doctora de ese centro.

En junio de 2014 se incluyó en los esquemas del Ministerio la vacuna Antineumococo 13 Valente. “Esa la distribuyeron en el país, repartieron una cantidad que aparentemente se acabó porque ahora es muy difícil conseguirla”, apunta Rísquez. Esto quiere decir que el resto de los niños, y las otras cohortes,  ya no tendrán el beneficio de la inmunización a menos de que la paguen en privado, explica.

El director de Vacuven estima que el 10 % de la población venezolana se atiende en centros privados y opina que al cercenar la posibilidad de vacunarse por esta vía se le suma un gasto al Estado. Muchos de los proveedores de Vacuven han dejado de suministrarle a la institución las vacunas para este sector, por las deudas pendientes.

Se despiden laboratorios

El doctor Rigoberto Marcano señala que Sanofi y Glaxo Smith Kline son dos de los principales laboratorios que distribuyen vacunas a Venezuela. Luego de años de experiencia en el área han pasado por una serie de revisiones y han obtenido el reconocimiento de gran parte de los sistemas de salud del mundo, por lo que obtienen una importante notoriedad. Eso lo confirma Rísquez y dice que eran sus proveedores principales en Vacuven.

Sanofi Aventis

Este año han disminuido la cantidad de medicamentos y dosis que traen al país. La excusa, según la información que se maneja entre los trabajadores, es la deuda en divisas con los proveedores.

En octubre hubo una reducción de personal en la sede de Sanofi ubicada en Boleíta. Allí precisamente se encargan de la distribución de las vacunas y, aunque explica una dirigente sindical que les informaron que se seguirían produciendo, la fuerza laboral es mucho menor, y pone en duda que se puedan generar la misma cantidad de dosis.

Otra red de distribución privada denominada Vacusalud, actualmente cuenta con todas las vacunas señaladas en la pauta nacional e internacional según el esquema que debe aplicarse a niños, adolescentes, embarazadas y adultos mayores. Explica la pediatra María Ghersy, directora de la institución, que afortunadamente se compró un lote lo suficientemente grande como para cubrir las necesidades del año venidero.

Además de Sanofi, Vacusalud trabaja con los laboratorios Divacum y La Meca. “Hasta el momento nos han proporcionado los pedidos”, indica y refiere que es una relación de hace más de 15 años. “Creo que esto incluye la preferencia que tienen con nuestro centro”, concluye.

Sobre la vacuna contra la Varicela, la doctora Ghersy indica que no se cuentan en este momento pero por un problema biológico del laboratorio que los genera que ha afectado a todo el mundo. Asimismo, indicó que la primera semana de noviembre se les agotó la vacuna Antihepatitis A y la Antigripal, y que se hicieron los pedidos pertinentes. La especialista expresó que próximamente contarán con la vacuna contra el dengue, enfermedad endémica que se expande rápidamente en el país.

Fuera del programa

El hecho de que una vacuna se encuentre fuera del esquema nacional no quiere decir que sea menos importante, dicen los expertos. De hecho existe un esquema impulsado por la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura que agrega a la lista la Antihepatitis A y Antivaricela. Sobre esas dos, Sol Rivas dice que hay fallas importantes, por lo menos en el Centro Médico. “No hay y no se están vacunando”, refiere.

Rísquez menciona que la vacuna DPTA (Difteria, Pertusis o Tos Derina, Tétanos, Acelular)  dirigida para adultos jóvenes y los adolescentes dejó de ser importada. “Es una exigencia que hacen para dar la visa, para salir al extranjero y lamentablemente ahorita en Venezuela esa vacuna no la están trayendo”, puntualiza.

“Hemos perdido esa vacuna, que es importante porque protege a las madres jóvenes y las recién paridas de sufrir tosferina y para evitar que la madre le transmita la enfermedad a su hijo, que no ha sido inmunizado, y que está desprotegido”, explica. Esto lo hace vulnerable a sufrir una enfermedad que es una de las principales causas de muerte en los niños.

Crisis de varicela

Actualmente existe una epidemia de varicela, o lechina, alerta el médico internista y exministro de Salud, José Felix Oletta, y lo apoya la pediatra Rivas. La enfermedad afecta principalmente a los niños y aunque existe una vacuna para inmunizar, ésta no encuentra dentro del programa nacional. “Esa nunca ha estado dentro del programa, pero siempre había un porcentaje de la población que se lo aplicaba, así sea pequeño”, indica el médico.

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Sin embargo, Rísquez informa que desde hace dos años no le llega y Rivas dice que a principios de este 2015 se le acabaron las reservas: “A los muchachos les está dando lechina a patadas”, asegura la pediatra y explica que quien no esté inoculado es más propenso a contagiarse.

Oletta asegura que este problema de salud pública importante ha sido subestimado, porque incluso la tasa de mortalidad por esta causa supera la de dengue. Hasta la segunda semana de octubre los casos de 2015 habían sobrepasado en número a los de 2014.  Para el 17 de octubre se habían registrado 45.957  infectados, mientras que para diciembre del año anterior la cifra cerró en 44.153. De los 1.082.729  casos que se registraron entre 1993 y 2015, hasta 2012 murieron 1.207, lo que da una proporción aproximada de por cada mil afectados, hay un fallecido.

Cobertura hasta agosto 2015 

El internista Oletta explica que el porcentaje de cobertura de vacunas para el período enero-agosto de 2015 debía completar el 64% para ser considerada óptima y para diciembre un 95%.

De acuerdo con datos de la Dirección de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, fueron obtenidos a pesar de la opacidad que mantiene el organismo, las más críticas fueron en niños: Antineumococo 13 valente 43.99%, Antiinfluenza 21,22 % , Tétanos- difteria para mujeres embarazadas, 24,13% y para adultos mayores de 60 años, Antineumococo 23 valente 8,96% y  Antiinfluenza  14,24% de la meta.

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Al cierre del 2014 las coberturas totales de las principales vacunas tampoco llegaron a la cifra óptima (95%). De acuerdo con la Memoria y Cuenta, las coberturas fueron así:

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Oletta atribuye el problema de las vacunaciones a las dificultades para importarlas, debido a la falta de divisas, puesto que el 99% de las vacunas provienen del exterior. Asimismo, menciona que las complicaciones del Programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud y las debilidades en las campañas educativas dirigidas a las madres influyeron en estos resultados. Agrega que también ha sido determinante el mal diseño de las políticas de inmunización.

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