La Asamblea Nacional calificó de ilegal medida contra cuatro diputados
La Asamblea Nacional, mediante un comunicado, condenó el allanamiento de la inmunidad parlamentaria a cuatro diputados y la calificó de ilegal Credit: Efe

Mismas cartas. Al grito unísono de «Chávez vive, la patria sigue», el chavismo ingresó al Palacio Federal Legislativo para la sesión de este martes, 1 de octubre. Organizados en un solo bloque ingresaron luego al hemiciclo de sesiones, para lo que fue su segunda participación en debate parlamentario.

La bancada que representa a Nicolás Maduro presentó las mismas cartas de la sesión pasada: insistieron en la reincorporación de exministros, rechazaron las sanciones económicas y afirmaron que con el diálogo que sostienen en la Casa Amarilla nombrarán nuevas autoridades electorales.

Nuevamente, el chavismo intentó infructuosamente agregar al debate una discusión sobre la presunta vinculación del presidente encargado, Juan Guaidó, con la banda colombiana Los Rastrojos. Pero fue negada por la mayoría de los votos.

En esta sesión tampoco se le permitió tomar derecho de palabra a Francisco Torrealba, por haber ejercido el cargo público de ministro del Trabajo Social en 2017. Torrealba solo declaró en las afueras del hemiciclo de sesiones.

El jefe de la bancada chavista se limitó a gritar comentarios desde su silla, durante las intervenciones de otros parlamentarios. Y cuando no, se acercaba a las curules de otros diputados, de distintas fracciones, para conversar. Lo secundaron sus compañeros de bancada, que intercalaban «Los Rastrojos» entre cada intervención.

Junto con Torrealba, son al menos cuatro los diputados del chavismo que han ejercido otros cargos públicos y regresaron a su curul, aunque no se les permita debatir: Ricardo Molina (ministro de Transporte en 2016), Ricardo Sanguino (presidente del Banco Central de Venezuela) y Hugbel Roa, (ministro de Educación Superior).

Mientras, el segundo del chavismo, Disodado Cabello, quien preside la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), no ha sido participe de ninguno de los debates. Ha asistido su suplente: Euribes Guevara.

Caras conocidas salieron a defender a la administración de Nicolás Maduro, durante este debate. Earle Herrera, Saúl Ortega y Pedro Carreño, reafirmaron la tesis chavista de sacar al Parlamento del llamado desacato y rechazaron la convocatoria a elecciones presidenciales.

Tanto Herrera como Ortega desestimaron las intervenciones de los diputados opositores en el segundo punto del orden del día: debate sobre la ratificación de la soberanía del territorio del Esequibo, al señalarlos de no rechazar las sanciones de Estados Unidos ni la presunta declaración de Vanessa Neumann, sobre una supuesta entrega de este territorio.

Debate central

Fueron cuatro los puntos que se discutieron en la sesión. Sin embargo, el debate central estuvo en el tercero, un proyecto de acuerdo para respaldar la propuesta de un Consejo de Gobierno de transición, llevada por la delegación de Guaidó a la negociación en Barbados.

El diputado disidente del chavismo Eustoquio Contreras reiteró su llamado a un acuerdo real para evitar un desenlace político trágico: una acción de fuerza.

«Aquí hay dos salidas: Una democrática o una de fuerza. No hay una media. Se está construyendo una bomba de tiempo que cada vez se le va de las manos», advirtió Contreras, desde la tribuna de oradores.

Las palabras de Contreras, que luego de salir del chavismo se considera independiente, fueron escuchadas con atención por ambas bancadas. Reiteró que una solución será solo a través de un acuerdo que pase por elecciones presidenciales, punto en el que centró la crisis del país.

«Lo único que puede desactivar esa bomba de tiempo es un acuerdo labrado. Tenemos que entender que el problema principal es la presidencia de la República y no otro», afirmó.

El parlamentario Henry Ramos Allup, a quien la ANC le arrebató su inmunidad, coincidió con Contreras en una solución a través de elecciones presidenciales, para evitar un alzamiento militar.

«No quieren ir a elecciones porque las pierden por grueso. Pero esta situación… aquí lo que puede producirse es un golpe militar, para no favorecer a ninguno de los dos bandos», señaló.

Ramos Allup ha participado en las últimas tres sesiones parlamentarias para debatir con los representantes chavistas, luego de estar ausente casi cinco meses, cuando fue vinculado con el alzamiento militar del 30 de abril

Otro parlamentario en intervenir en este debate fue Omar González, miembro de la Fracción 16 de Julio. González fue menos conciliador y se dirigió al otro extremo de las opciones: apoyo internacional para sacar a Maduro del poder.

Por la franqueza de sus declaraciones, su intervención estuvo acompañada por los gritos de «fascista» de la bancada chavista, a la cual González señaló como ilegítima, por haber renunciado a sus curules y aceptar otros cargos públicos.

«No pueden integrar esta plenaria, no pueden tener voz ni voto, porque han perdido la investidura de ser diputados a la República. Es un peligrosísimo precedente para este Parlamento. Hemos solicitado que se investigue a cada diputado que hayan violado la constitución», dijo González.

En medio de las interrupciones, y en modo exacerbado,  rechazó que se continúe con los mecanismos de diálogo y pidió al presidente (e) enfocar la ruta de transición en la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar).

«La incorporación de estos políticos del Psuv tiene como propósito implosionar esta Asamblea Nacional. Ellos quieren relanzar el fracasado diálogo de Noruega, con la mesita de noche, con los de la Casa Amarilla«, aseveró.

El diputado Juan Marín, miembro de la bancada del Psuv, reiteró la propuesta de la administración chavista: un diálogo que lleve a elecciones parlamentarias.

«Queremos ratificar nuestra disposición a un clima de diálogo, que posibilite arribar algunos acuerdos. Si se trata de elecciones, asumimos la discusión en el marco constitucional, que establece que las elecciones próximas a celebrarse son las parlamentarias», dijo.

Mientras, el segundo Vicepresidente del Parlamento, Stalin González, devolvió las calificativos de «fascista» a la bancada chavista. En su intervención reiteró que el principal problema político del país es la administración de Maduro.

«El fascismo lo que hizo fue perseguir y desconocer al otro. Y eso es lo que hizo el chavismo durante 20 años. Desde 2013 el problema de este país se llama Nicolás Maduro», afirmó González.

También señaló al chavismo gobernante de ser responsable de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela. «Toda la plata se la robaron. Hoy producimos 700 mil barriles, gracias a la administración de ustedes».

La sesión se extendió hasta pasadas las 4:30 pm. Los puntos del debate fueron: proyecto de acuerdo contra el ilegal censo de vivienda y respaldo al derecho de propiedad de los venezolanos; además, proyecto de acuerdo que autoriza el uso de recursos para la defensa de los activos en el extranjero.