En la unidad de diálisis del principal hospital pediátrico del país, el J.M. de los Ríos, en Caracas, cada vez hay menos máquinas operativas. Madres de los niños, niñas y adolescentes que acuden tres veces por semana a limpiar su sangre denuncian que solo hay seis máquinas activas.
«Además de las bacterias, hay problemas con las máquinas de diálisis. De 15 máquinas, nueve están dañadas», cuenta la madre de uno de los pacientes.
Según personal del hospital, debería haber diez máquinas para pacientes con serología negativa (sin infección viral), pero solo funcionan cuatro. Igualmente la unidad debería contar con cinco máquinas para pacientes con serología positiva (con infecciones) y solo dos están activas.
«De las negativas hay una que falla. Tenemos que esperar a que salga un niño para que el otro pase», agrega la madre. Afirma estar preocupada porque la respuesta de las autoridades del hospital es que el presupuesto es insuficiente.
Las fallas en el suministro de agua también han afectado las horas de diálisis en Nefrología. «Mi hijo debe dializarse nueve horas a la semana, es decir, tres horas por día. Pero el viernes (27 de septiembre) duró solo una hora y media en la diálisis», expresa.
El Colistín, un antibiótico para combatir las infecciones de los niños, niños y adolescentes del servicio, también falta en el hospital. Además reportan que el centro pediátrico no brinda una alimentación balanceada a los pacientes que se quedan hospitalizados.
«De almuerzo dan arroz solo. Por el desayuno sí están dando arepa con queso, pero ya no dan leche, avena o proteínas», añade la madre.
Sin información oficial sobre trasplantes
En el servicio de Hematología hay más de 30 niños, niñas y adolescentes que esperan recibir un trasplante de médula ósea. Han transcurrido cuatro meses desde que el gobierno de Nicolás Maduro ofreció enviarlos a Cuba y tres meses desde que se asomara la posibilidad de mandarlos a Turquía. No obstante, aún no se concreta ningún viaje. Mientras, otras organizaciones apoyan a las familias para que los niños puedan viajar.
«Se están yendo lentamente a trasplantarse fuera del país por otras vías. Siete irían para Italia y una niña para España. El ofrecimiento de Cuba y Turquía se hizo, pero no hay más avances y las madres tampoco se quieren ir para allá. Aquí nada ha cambiado», expresa a Efecto Cocuyo una doctora que prefirió resguardar su identidad por miedo a represalias.
La Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), ha sido la encargada de acudir al servicio y estar en contacto con los representantes de los niños para tramitar los viajes. Sin embargo, de acuerdo con la doctora, Fundavene solo está ayudando con el examen de compatibilidad (HLA). Las madres de los niños aseguran que aunque han conversado con el ente, aún siguen a la espera.
«Nos dicen que no han recibido más noticias pero que debemos tener todas las carpetas con los requisitos, que son el informe médico actualizado, la prueba de compatibilidad y la partida de nacimiento», expresó Marelis Istúriz, madre de Maikol, quien tiene leucemia linfoblástica aguda de alto riesgo.
Su hijo necesita ampollas de Dexametasona (fármaco que alivia efectos de los tratamientos), pero están ausentes en el hospital.
Clemencia Macayo, madre de José Rojas, afirma que a pesar de que ya tiene todos los documentos solicitados por Fundavene, su hijo sigue sin trasplante. Ahorita está en una recaída. «A cada rato vienen y hablan de Turquía, pero nada se concreta», asegura.