Misa de ramos inédita. El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, reconoció el trabajo de médicos, enfermeras y comunicadores.
Durante la celebración del Domingo de Ramos, en una misa televisada a las 7:30 de la mañana de este 5 de abril, el purpurado pidió a los católicos dar testimonio como lo hacen “los médicos, las enfermeras, los comunicadores, los que tienen una responsabilidad pública y social en estos momentos”, cuando el mundo vive la pandemia del nuevo coronavirus.
La eucaristía televisada duró menos de media hora. El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa para la Iglesia Católica y en esta misa se bendicen las palmas, para recordar el pasaje bíblico de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Pero este año cuando media humanidad está confinada por el COVID-19, se realiza “este pequeño ensayo de una celebración inédita”, dijo Porras.
Horas antes, desde la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el papa Francisco ofició la misa de Ramos ante unos pocos religiosos. Desde la década de 1960 la plaza de San Pedro era el escenario para esta conmemoración.
Esto porque, Italia es el país donde hay más fallecidos por la pandemia con 15.362 muertes hasta este domingo, y es el tercero en número de contagios con 124 mil, detrás de Estados Unidos con 312 mil y España con 124 mil.
Como en muchos lugares del mundo, en Venezuela la misa de Ramos es televisada y los sacerdotes desde cada parroquia la realizan sin feligresía. Este año, los palmeros de Chacao tampoco pudieron subir a El Ávila a bajar las palmas para que las bendijeran este domingo.
Una tradición de 244 años que se vio interrumpida por la cuarentena que rige en el país desde el pasado 17 de marzo.
Misa de ramos para reflexionar
A pesar de esto, el cardenal Porras pidió a los fieles leer el evangelio de San Mateo. En la misa solo se leyó un extracto de este pasaje que narra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
El arzobispo invitó a que se leyera desde casa. También que se tomara cualquier rama, no importa si no era palma, para usarla como símbolo y bendecirlo por la misa de Ramos.
Llamó también a que se reflexionara sobre cuál personaje del evangelio se era: Somos como Herodes o como Pilatos y nos lavamos las manos, o como aquellos que sabemos alabar en esa entrada triunfal y después nos olvidamos y pedimos que sea crucificado”.
Nombró al cirineo, el que cargó la cruz con Jesús camino al calvario. Además de preguntar si se era “como los discípulos que se escondieron o Pedro que lo negó tres veces, o Juan que lo estaba siguiendo desde lejos- O somos como María y las mujeres de Jerusalén que no tuvieron miedo de estar siempre allí presentes en medio de todos estos acontecimientos”.