Comprar en Petare. No es lo mismo ir a las 11:00 am que a las 8:00 am. Tras el segundo recorrido hecho por Efecto Cocuyo en una semana a la populosa parroquia mirandina, el distanciamiento físico recomendado para evitar la propagación del COVID-19 solo queda en papel.
Este viernes, 24 de abril, a las 8:54 de la mañana la profesora Irene Martínez hacía fila junto al menos 30 personas frente a un supermercado petareño. Esperó 15 minutos para acceder al establecimiento.
Como rutina solo va los viernes a hacer compras, cuando tiene dinero. Su salario de docente, unos 500 mil bolívares al mes, choca con los precios que este viernes tienen los alimentos en la zona:
– Harina de maíz precocida: De 175 mil a 195 mil bolívares
– Un kilo de carne de res de primera: Entre 750 mil y 780 mil bolívares
– Un kilo de pollo entero: 355 mil bolívares
– Un cartón de huevos: 700 mil bolívares

Precios altos
Martínez se quejó de los altos precios y de su salario como docente. “Los precios están demasiado exagerados; con ese bendito dólar nos tienen locos aquí. Los precios son una grosería”.
Las carnicerías tenían valores similares. En el boulevard una de ellas lucía vacía a las 9:00 de la mañana de este 24 de abril. Contrario a este expendio, donde los precios son más elevadas, otra más abajo estaba llena.
Aglomerados, uno al lado del otro, los petareños pujan por llevarse patas de pollo, alas o algo de carne. Algunas compradoras sacan sus dólares, aunque sean billetes de 1 o 5 para cargar con proteína de origen animal a sus casas. (https://escapecitybuffalo.com/)
En Petare las compras están restringidas de 7:00 am a 10:00 am. Los residentes de alguno de los 37 barrios que confluyen en esta zona del municipio Sucre deben madrugar; salir de sus casas caminando y rendir el poco efectivo para después subir al barrio. El pasaje sigue, como la semana anterior, en 10 mil bolívares.
La señora Josefina no quiso detenerse para unas preguntas, tampoco dar su nombre verdadero. Iba con una hija y su nieta. Bajaron caminando de Maca e iban con prisa para subir al cerro antes de que las camionetas dejaran de trabajar.
#Ahora Así es el tránsito vehicular en Petare este #24Abr a las 9:25 am pic.twitter.com/NXXpZHZCS3
— Efecto Cocuyo (@EfectoCocuyo) April 24, 2020
Tránsito restringido
En la avenida principal el tránsito está restringido. Un convoy del Ejército cierra el canal de salida y verifica el acceso de quienes entran a la redoma.
Un cartel en una bodega es una loa al incumplimiento: “Por favor mantenga la distancia en la cola”, se lee. El verde fosforecente de la cartulina hace que se note. En el local, la vendedora Olga González, reconoce que los clientes, en su mayoría, solo preguntan precios y se van.

Se llevan con mayor frecuencia arroz, harina de maíz y huevos. Es uno de los sitios con el precio más alto para la harina: está en 195 mil bolívares la marca del tradicional empaque amarillo.
“La gente busca sobre todo preguntar por los precios. Vienen, preguntan y, cuando les decimos, se van”, dijo la señora Olga.
Un policía de Sucre se desahoga. Sabe que tanta gente en las calles de Petare es por una razón sencilla: viven del día a día. Razona que o “los mata el hambre o el coronavirus“. La gente sobrevive de ventas diarias, como muchos de los vendedores informales que siguen expediendo especias, refrescos de un litro a un dólar, vegetales y plátanos.
La Agricultura sin distanciamiento físico
En la calle La Libertad, que da acceso al barrio La Agricultura, es mayor la presencia de personas. La estrecha calle se convierte en un túnel, en el que a los lados hay ventas informales de alimentos, vegetales y hasta adolescentes que ofrecen cambiar dólares por bolívares.
Más abajo en Baloa, donde están las camionetas del transporte público, Ángel Giménez cuenta la odisea de los transportistas para surtir combustible: solo les llenan 40 litros, una vez por semana y eso solo les da para dos vueltas y media. Su ruta es de Petare a Plaza Venezuela y viceversa. El pasaje está en 10.000 bolívares.

Como han dicho otros transportistas a Efecto Cocuyo, si quieren que les llenen el tanque full “tienes que pagarle 15 dólares a los guardias”.
A las 9:30 am aún los guardias nacionales no perifonean ni salen con sus patrullas para obligar a que se retiren los petareños. Dan rondas y en la plaza Sagrado Corazón de Jesús mandan a irse a una pareja que descansaba con un niño en brazos y la mujer estaba embarazada.
En Petare lograr el distanciamiento físico, con los horarios restringidos para comprar alimentos, luce inalcanzable.