Samuel Stein es un joven de 21 años de edad. Siempre ha pedaleado, pero desde hace un mes lo hace para trabajar. La escasez de gasolina y las limitaciones en el transporte público han hecho que personas como Samuel busquen alternativas en las bicicletas, vehículos muy populares, que no tenían tanta presencia en las calles de la capital venezolana.

Solo basta un paseo por algunas de las principales avenidas y calles de Caracas para observar a ciclistas compartiendo el asfalto con autobuses, motocicletas y vehículos particulares.


Algunas tiendas de bicicletas de bicicletas reabrieron sus puertas para buscar capitalizar este nuevo auge de uno de los vehículos más populares en el mundo.

En esta tienda ubicada en Chacao, decenas de personas acuden a diario para buscar repuestos, precios de bicicletas y cotizaciones para volver a poner en funcionamiento esas bicis que estaban llevando polvo desde hace años.

Samuel está en la cola y busca un caucho nuevo para su bicicleta que tiene tres años con él. Un nuevo neumático ronda entre 25 y 50 dólares, mientras que el repuesto más sencillo no baja de los 10 dólares.

“Hay bastante gente usando bicicleta. La mayoría de personas están reparándolas para poder salir, especialmente por la escasez de gasolina”, dijo Samuel, quien gana entre 6 y 7 dólares a la semana en su trabajo de mensajería con bicicleta.

Aunque Caracas tiene algunas vías adecuadas para ciclistas, no es realmente una ciudad amigable con este vehículo. Alfredo González comenta que “hay que mejorar muchas cosas para que la gente pueda estar tranquila en su bicicleta mientras va por la calle”.
