Academias científicas piden precaución ante nuevas mutaciones del coronavirus | vacunación en Venezuela
Academias científicas piden precaución ante nuevas mutaciones del coronavirus

Ir más allá de la punta del iceberg. Brindar un abordaje histórico y social, priorizar la salud, cuidar el lenguaje, garantizar el estado de Derecho y pensar el desarrollo económico del país son algunas de las lecturas que da la Academia Venezolana al impacto del COVID-19 y sus perspectivas futuras.

Con el fin de acompañar la respuesta a la emergencia y proponer orientaciones de políticas públicas, las Academias presentaron en un foro virtual este viernes 15 de mayo, sus posturas sobre las consecuencias de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus y los retos económicos, sociales, sanitarios e institucionales que plantean.

COVID-19, la neolengua y el adoctrinamiento

Francisco Javier Pérez, expresidente e individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, presentó el tema “Pandemicismos. COVID-19 y la enfermedad en el lenguaje”. Explicó que desde que comenzó la crisis por la enfermedad emergente, inició el debate lingüístico en relación con la pandemia.

Pérez, también secretario de la Asociación de Academias de la Lengua Española, aseguró que se deben evaluar las voces nuevas, pues su interpretación trasciende la gramaticalidad. Denominó “pandemicismo” a las voces relacionadas con la enfermedad.

Resaltó que existe una neolengua y que sus palabras, usadas desde instancias de poder, pueden entrar en una “vertiente de manipulación y adoctrinamiento ideológico” que se propaga como un auténtico virus lingüístico. Un ejemplo de ello es la expresión “nueva normalidad”, la cual aún no se conoce qué abarca.

La lengua nunca es ingenua y en manos de instancias de gobierno y de poder, mucho menos. Siempre las voces están ideológicamente cargadas y con el COVID-19 no ha sido una excepción. Al contrario, creo que veremos muchos procesos de convencimiento, de manipulación y de adoctrinamiento a través de la lengua”, dijo.

El experto en lexicografía destacó que el análisis también debe incluir el entendimiento del acrónimo COVID-19: CO, de corona; VI, de virus; D, de disease (enfermedad en inglés). Afirmó que aunque se ha escrito con artículo en femenino y en masculino (la COVID-19 y el COVID-19), las academias no planean preferencia por alguna.

Indicó que el género masculino tiene un uso generalizado en la población, en instancias gubernamentales y medios de comunicación por ser más “natural” en español. Su entonación es aguda. Mientras, especialistas como médicos e investigadores usan más el género femenino, con entonación grave.

Venezuela: solo se ve la punta del iceberg

Enrique López-Loyo, cirujano especialista en anatomía patológica y vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM), explicó que el nuevo coronavirus llegó en medio de una “tormenta perfecta” en Venezuela, por lo cual destaca que el Estado venezolano solo ha tratado de controlar esa tormenta en medio de la emergencia humanitaria compleja.

“Creemos que por la manera como se ha generado la expectativa de la información oficial, estamos todavía explorando la punta del iceberg. Estamos hurgando sobre esa punta porque la curva de progresión de los casos positivos muestra un modelo que no es convencional”, dijo.

En la parte sumergida del iceberg estarían los casos no notificados, los que no pudieron llegar al hospital centinela o no recibieron la visita casa por casa. Otros elementos que influyeron fueron el aislamiento aéreo previo y la baja movilidad pública.

El también profesor de Escuela de Medicina José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela (UCV) indicó que en este momento de la epidemia en el país, con dos meses de cuarentena, es necesario incrementar el número de pruebas moleculares. Destacó un estudio independiente que muestra una disminución significativa de la cuarentena: decayó de 75% la semana del 16 de marzo a 48% en la semana del 11 de mayo.

Según López-Loyo, la salida de personas que buscan sustento en una economía inestable y las personas en estaciones de gasolina contribuyen que haya más aglomeraciones en las calles, lo que puede “revertir los efectos de la cuarentena”.

La cuarentena como estrategia de epidemiología busca evitar picos que saturen el sistema sanitario mientras se prueban tratamientos efectivos y posibles vacunas. El vicepresidente de la ANM destacó que el país debe evaluar dónde termina la frontera de la crisis sanitaria y dónde comienzan la crisis de combustible y los operativos de control político.

Lo que se sabe del SARS-CoV-2

Flor Pujol, bióloga, experta en virología e individuo de número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman), destacó que el nuevo coronavirus es capaz de infectar el tracto respiratorio inferior y, por ende, causar neumonía.

La investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) expresó que no se trata de un virus fabricado en un laboratorio ni escapado por error desde Wuhan (China): por sus características llegó a los humanos mediante un salto de especie. De los murciélagos saltó a un animal intermediario y de allí a los humanos, pues los virus de murciélagos no brincan directamente a los humanos.

Pujol negó que el virus SARS-CoV-2, causante del COVID-19, no contiene secuencias del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Añadió que el nuevo coronavirus es “muy estable” y no ha habido nuevas recombinaciones.

Igualmente indicó que aún no hay tratamiento para la enfermedad: no existe la terapia efectiva actualmente aprobada para mejorar el curso, que va desde casos asintomáticos, enfermedad leve, neumonía grave y trombosis. Diversos antivirales y otros medicamentos se prueban de manera experimental. Tampoco hay vacunas aprobadas: hay más de 90 en fase experimental y no se espera que estén listas en 2020.

La representante de Acfiman aseguró que Venezuela debe aumentar el número de pruebas moleculares, el estándar de oro para diagnosticar COVID-19 en el mundo, y cuyo número en Venezuela es “insuficiente” en comparación con los demás países de la región. Al menos dos tercios de los casos no se estarían detectando.

“No parece factible que la epidemia detenga su curso, por lo tanto se requiere el concurso de todos los sectores del país para el manejo de esta epidemia. Nuestra academia continuará evaluando el curso de la epidemia en el país para contribuir a minimizar su impacto en la población”, dijo.

La vulnerabilidad como causante del desastre

Rogelio Altez, antropólogo e historiador, especialista en el estudio histórico y social de los desastres, destacó que los desastres no son naturales: son el resultado de procesos históricos, sociales e incluso culturales que cruzan en tiempo y espacio una o varias amenazas en un contexto vulnerable.

“Los desastres son el resultado de procesos humanos que podemos identificar claramente a través de procesos históricos que conducen a este tipo de desenlaces catastróficos”, explicó.

Indicó que existen dos variables decisivas: amenazas y contextos vulnerables. Destaca que los tiempos de la dinámica de la naturaleza son independientes de los procesos humanos, pero cuando los fenómenos y aspectos de la naturaleza se combinan con esas condiciones humanas, se convierten en hechos y problemas sociales e históricos. Así, Altez afirma que desde el surgimiento de la especie, la historia es indivisible de los procesos naturales.

En el caso venezolano, el profesor titular de la Escuela de Antropología de la UCV indicó que en el brote de H1N1 en 1918, el gobierno de Juan Vicente Gómez decretó el fin de la epidemia en diciembre, pero esa medida no significó el cese de los contagios. El desarrollo durante el año siguiente produjo la muerte de casi el 1% de la población.

“El virus no es el productor del desastre, son las condiciones de vulnerabilidad que han enseñado que casi todos los países frente a esta amenaza los toman por sorpresa a pesar de tantos antecedentes de epidemias y pandemias que debían haber generado formas de respuesta”, señaló.

Expresó que en el caso del COVID-19, se trata de un desastre global con efectos “heterogéneos” que van a depender de las condiciones de cada país.

“Debemos comprender que el análisis de este problema no debe estar únicamente enfocado en el asunto médico biológico, que es esencial para comprender una cantidad de cosas, pero que debe estar complementado con la incorporación de variables históricas y sociales para poder entender los aspectos catastróficos de la epidemia”, añadió.

COVID-19 y el estado de Derecho

Carlos Ayala Corao, individuo de número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales y expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), destacó que la situación de pandemia afecta derechos fundamentales como el derecho a la vida, que pasan por el derecho a la salud y a la integridad personal.

El abogado expresó que el COVID-19 representa un reto para la democracia y el estado de Derecho, pues las medidas que se generen como respuesta deben limitarse a las circunstancias y no deben dar lugar a un estado de excepción prolongado.

“No estamos ante un estado de excepción para proteger la estabilidad de un Gobierno, sino que gira en torno a la salud de las personas. De manera que las medidas legítimas que se pueden adoptar son las que tienen por objeto prevenir y luchar contra la enfermedad para que se proteja la salud de las personas”, indicó.

El marco jurídico de la pandemia en Venezuela contempla un estado de alarma nacional, sin haber sido aprobado por la Asamblea Nacional, en medio de otro estado de excepción: el estado de emergencia económica.

“La primera observación que hemos hecho en la Academia es que antes de que apareciera publicado el decreto en Gaceta, se comenzaron a dictar medidas restrictivas sin cumplir con el requisito del acto jurídico de conocimiento del público. Eso lo califica como vía de hecho que en nada contribuye a enfrentar la crisis”, dijo.

Destacó que se afectan el derecho a la libre circulación, a la actividad productiva, al trabajo y se delegan “indebidamente” en la Vicepresidencia Ejecutiva las regulaciones subsiguientes que deberían estar a cargo del Presidente en Consejo de Ministros.

“Las medidas en Venezuela han sido dictadas para regular y controlar la actividad de la población y no para mejorar el sistema de salud, los servicios públicos y la distribución de alimentos”, expresó.

Contagio económico

Sary Levy Carciente, vicepresidenta de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, explicó que ha habido un traslado geográfico de la pandemia al plano económico. Las medidas de confinamiento impactan la economía a nivel macro, micro y en el circuito financiero.

Se estima que más de 436 millones de empresas van a cerrar y al menos 300 millones de empleos se perderán a nivel mundial. Además se espera una recuperación lenta y progresiva.

“La caída del empleo en este período ha sido sumamente rápida y profunda. Vamos a necesitar mas de una década para recuperar lo que se ha perdido en tan solo un para de meses”, dijo.

En el caso de Venezuela, el país lleva más de siete años en depresión económica, con una pérdida del 70% del PIB, cadenas productivas desmanteladas, colapso de servicios públicos y ahora ausencia de gasolina. Todo “hace que la dinámica de la futura activación económica sea complicada” pero no imposible, según Levy.

Tanto la medicina como la economía salvan vidas. En el primer caso hablamos de la salud de los individuos y en el segundo de la salud de las sociedades en el presente y en el futuro”, agregó.

Pacto para relegitimar a Venezuela

Werner Corrales, experto en economía del desarrollo e individuo de número de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, explica que en los escenarios postpandemia el país debe centrar su economía en las iniciativas de las personas y no en iniciativas del Estado.

“Después de muchos años en los cuales se ha venido destruyendo la encomia y las instituciones, lo que deberíamos estar intentando hacer es recuperar el camino hacia el desarrollo”, expresó.

Corrales indicó que Venezuela necesita construir y transitar un nuevo estilo de desarrollo, y para ello necesita un pacto de toda la sociedad para asegurar el progreso.

“Debe haber políticas para relegitimar a Venezuela en el mundo, Venezuela se ha aislado del mundo en los últimos 20 años. Hay que crear un marco democrático par a la Fuerza Armada, superar el populismo y el rentismo clientelar”, propuso.

Revisar en qué falló Venezuela como sociedad y dar priordad al progreso surgen, según Corrales, como ejes para el futuro luego de la pandemia.

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