La pandemia de COVID-19 hizo que la huella ecológica de la humanidad se contrajera, demostrando que es posible cambiar los patrones de consumo de recursos en un corto plazo. Sin embargo, la verdadera sostenibilidad que permitiría a todos prosperar en la Tierra solo podría lograrse por planeación, no por una plaga, dice una nota de prensa de la Global Footprint Network (Red de Huella Ecológica) en su página web.
Cada año, el Día del Sobregiro de la Tierra marca la fecha en que la humanidad ha utilizado todos los recursos biológicos que la Tierra puede renovar durante todo el año. La humanidad actualmente usa un 60% más de lo que puede renovarse – o tanto como si viviéramos en 1,6 Tierras.
Desde el Día del Sobregiro de la Tierra hasta el final del año, la humanidad aumenta el déficit ecológico que ha ido incrementando constantemente a partir de que el mundo cayó en el sobregiro ecológico a principios de la década de 1970, según las National Footprint and Biocapacity Accounts (Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad), basadas en los conjuntos de datos de la Organización de Naciones Unidas (15,000 datos puntuales por país por año).
Dado que los datos de la ONU sólo se extienden hasta 2016, los resultados mundiales para 2020 se han evaluado utilizando datos complementarios.
El Día del Sobregiro en la Tierra 2020 ocurrirá el 22 de agosto, más de tres semanas después que en el 2019. La fecha refleja la reducción del 9,3% de la huella ecológica de la humanidad a partir del 1° de enero hasta el Día del Sobregiro (en que sobrepasemos los límites anuales) en la Tierra, en comparación con el mismo período del año anterior, lo cual es una consecuencia directa de la cancelación de actividades presenciales no esenciales en todo el mundo.
Dos de los principales causantes de la reducción son la huella de productos forestales y la huella de carbono, que disminuyeron en un 8,4% y 14,5%, respectivamente.
Abordar equilibrios
“La humanidad ha sido unida por la experiencia común de la pandemia y se ha demostrado lo entrelazadas que están nuestras vidas. Al mismo tiempo, no podemos ignorar la profunda desigualdad de nuestras experiencias, ni las tensiones sociales, económicas y políticas que se han visto exacerbadas por este desastre mundial”, dijo la CEO de Global Footprint Network, Laurel Hanscom.
“Hacer de la regeneración un elemento central de nuestros esfuerzos de reconstrucción y recuperación tiene el potencial de abordar los desequilibrios, tanto en la sociedad humana, como en nuestra relación con la Tierra”, asegura.

Con el fin de determinar el impacto de la pandemia en la Huella de Carbono, el período comprendido entre el 1 de enero y el Día del Sobregiro de la Tierra se dividió en tres segmentos: enero-marzo, para el que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya ha publicado un análisis de las reducciones de energía y emisiones; abril-mayo, que representa los períodos de encierro más severos; y junio-julio del Día del Sobregiro en la Tierra, durante el cual se espera la flexibilización gradual de las políticas de encierro.
La Huella maderera se ve fuertemente afectada por las previsiones de la demanda que, a su vez, determinan la cosecha forestal. Aunque la construcción ha estado en curso durante la pandemia, la industria forestal predijo una menor demanda en el futuro y, por lo tanto, redujo rápidamente las tasas de cosecha.
El sistema alimentario mundial sufrió alteraciones importantes, como el cierre temporal de los servicios alimentarios y la imposibilidad de que los trabajadores agrícolas migrantes cruzaran las fronteras. De la granja a la mesa el acceso, tanto al mercado, como a los alimentos, se ha visto comprometido, aumentando simultáneamente el desperdicio de alimentos y la malnutrición. No obstante, la Huella Alimentaria parece no haber sido afectada por la pandemia de COVID-19.
Las lecciones
- Los gobiernos son capaces de actuar rápidamente, tanto en términos de regulaciones como de gastos, cuando ponen las vidas humanas por encima de todo;
- La humanidad constituye una entidad biológica y es más fuerte cuando actuamos juntos:
- Las empresas – incluyendo nuestro socio Schneider Electric – y los individuos por igual pueden alinearse y colaborar de manera poderosa y efectiva en la búsqueda de un objetivo compartido cuando la gente reconoce que sus propias vidas, y las de las personas que aman, pueden estar en riesgo.
- Las acciones necesarias que se requieren para protegernos a nosotros mismos, a nuestros hogares y a nuestras comunidades también protegen a otros; nuestras decisiones a todos los niveles tienen consecuencias para los que nos rodean.
La Global Footprint Network es una organización internacional de sostenibilidad que desde 2003 asesora a 50 países, 30 ciudades y 70 socios globales sobre las métricas de contabilidad de recursos biológicos, que suma todas las demandas por áreas biológicamente productivas como alimentos, madera, fibras, secuestro de carbono, así como necesidad de espacio para infraestructura conocida como huella ecológica en contraste con la disponibilidad de recursos, conocido como capacidad biológica.
Actualmente, las emisiones de carbono por el consumo de combustibles fósiles constituyen el 60% de la huella ecológica de la humanidad. Es decir, consumimos el equivalente a 1,6 planetas Tierra. Actualizado hasta 2016, los datos para ese año de Venezuela muestran un equilibrio entre la capacidad y la huella ecológica, como consecuencia en la pronunciada caída de la producción agrícola en el país.