El gobierno de Nicolás Maduro calificó este jueves 16 de julio como un “acto de provocación” la incursión del buque de guerra USS Pinckney (DDG-91) en la Zona Contigua del mar territorial venezolano que anunciara el Comando Sur de los Estados Unidos el miércoles a través de sus redes sociales.
Mediante un comunicado, también publicado en las redes, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, expuso que la acción “es violatorio del Derecho Marítimo Internacional y solo puede calificarse como un inexcusable acto de provocación, por demás errático e infantil”.
Señala igualmente, que las instituciones venezolanos y especialmente la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) se encargará” a toda costa” de defender la soberanía e integridad territorial, y que contemplan “todas las acciones que consideren necesarias”, pero sin caer en absurdas provocaciones.
El comando sur de los Estados Unidos informó este miércoles que el buque, un destructor de misiles guiados clase Arleigh Burke de la Armada estadounidense, el USS Pinckney (DDG 91), “desafió el excesivo reclamo marítimo de Venezuela en aguas internacionales” durante una operación de libertad de navegación en el Mar Caribe.
Según el Comando Sur, el régimen de Maduro reclama “incorrectamente controles excesivos” sobre esas aguas internacionales, que se extienden tres millas más allá del mar territorial de 12 millas, “una afirmación que es incompatible con el derecho internacional”, aseguran.
Luego de denunciar la acción como “ingreso furtivo en nuestra Zona Contigua”, Arreaza indicó que con ello se pretende “menoscabar nuestra soberanía e integridad territorial”.
El comunicado indica que la acción es producto de la reciente visita realizada por el mandatario estadounidense, Donald Trump, al Comando Sur, en Florida, “en su desesperada campaña por atraer el voto latino en ese estado a cambio de la permanente e ilegal agresión contra Venezuela”.