La consulta nacional convocada por Juan Guaidó para definir la hoja de ruta hacia el cambio político en el país fue bien recibida por dirigentes políticos y diputados nacionales como Delsa Solórzano, Antonio Ledezma, Andrés Velásquez y Manuel Rosales, pero es vista con cautela por analistas políticos. Afirman que, aunque tardía, el llamado es positivo y necesario, pero que tenga éxito dependerá de varios factores.
“La idea de hacer un llamado a la oposición y a todos los sectores es positiva, pero es un acto reaccionario ante el descontento expresado por sectores como la Iglesia Católica y se da con retraso luego del acuerdo suscrito entre partidos sobre no participar en las elecciones (parlamentarias)”, expresa el politólogo Dimitris Pantoulas.
Para el también experto electoral, la decisión de no acudir a los comicios debió haberse tomado luego de una consulta nacional como la que convoca Guaidó y no antes. A su juicio, eso hace que desde ya sea una hoja de ruta reducida por las críticas hacia el llamado a la abstención sin indicar cuál es el plan alternativo.
El politólogo Piero Trepiccione coindice en que la solicitud del presidente interino se hacía urgente y necesaria desde hace tiempo, tanto para la población que demanda cambios debido a la crisis, como para enmendar la fragmentación entre los adversarios del chavismo que no contribuye a trazar estrategias.
“Se requería con suma urgencia un llamado a la conciliación, a un centro de gravedad único. Los venezolanos no están satisfechos con el dilema de votar o no porque en épocas pasadas como en 2018, no ha conducido a una solución. La gente quiere ver algo más allá, quiere una estrategia superior, que se hará más allá de las elecciones”, sostiene.
A través de un video difundido por sus redes sociales, Guaidó aseguró que el pacto unitario que se intenta construir entre las fuerzas políticas y sociales, a partir de una consulta nacional de diez días, busca “salvar a Venezuela” y enfrentar el fraude electoral previsto para el 6 de diciembre.
Diluir protagonismos
Ambos analistas también advierten que el solo llamado no se traduce en resultados automáticos, pues el éxito de la iniciativa depende de varios factores, entre ellos saber escuchar e incorporar los planteamientos para una verdadera estrategia conjunta.
“Los resultados dependerán de la transparencia con que se haga, que el objetivo real sea mostrarle al país cuál es la ruta estratégica para llegar al cambio político anhelado, de la habilidad en el llamado y la forma cómo se tomarán en cuenta las propuestas de los actores políticos y sociales”, indica Trepiccione.
Para el coordinador del Centro Gumilla, es preciso que entre los participantes y el Gobierno interino “se baje un poco la guardia” para reconocer los errores y unificar criterios para la consolidación de una estrategia nacional. Le agrega humildad para llegar a la ruta compartida, entender y hacer saber que todos son importantes y capaces de realizar aportes, para lo cual, subraya, es necesario diluir los protagonismos.
“Sobre todo decir las cosas claras, evitar la desinformación. Hay que evitar disputas verbales entre los líderes para no profundizar las heridas y que prevalezca la unidad por encima de las diferencias”, agrega.
Pantoulas cree necesario que las posiciones extremas, sobre todo las provenientes desde el exterior del país, se aparten y se escuche más al país nacional. De esta forma, señala, la sociedad civil se sentirá más incluida y dispuesta a participar pese a las diferencias con respecto al tema electoral.
“Es tarde por las razones que ya mencioné, pero es mejor así que nunca. Maduro está fortalecido, pero si hay intenciones reales de trazar la ruta y de que no sea un llamado vacío, se reactivará la esperanza en la población”, asevera.
Conciliar los liderazgos
De la alocución grabada de Guaidó también destaca la alusión directa a figuras como Leopoldo López, Antonio Ledezma, María Corina Machado, Henrique Capriles y Manuel Rosales, entre otros. De estos, al menos Ledezma y Rosales acogieron positivamente la iniciativa.
Para Pantoulas será difícil conciliar posturas radicales como la de Machado, por lo que insiste en escuchar más a las voces moderadas, ir hacia el centro y apartarse de los extremos.
Para Trepiccione, sin embargo, no es imposible porque en su llamado Guaidó toma en cuenta que cada uno tiene un liderazgo y una conexión emocional con la población. Enfatiza que no es momento para sostener posturas individuales, de lo contrario, advierte, no se estaría atendiendo el clamor de un pueblo que sufre en medio de una severa emergencia humanitaria y sanitaria.
“Esperamos que estos líderes se pongan de acuerdo y logren reorientar la estrategia hacia un destino común, que sus diferencias no prevalezcan por encima de la unidad de la nación, debe haber madurez”, emplaza.