El cuerpo de la venezolana Johanna Díaz de 32 años fue encontrado este sábado, 5 de septiembre, después de que se reportara su desaparición en Trinidad y Tobago hace una semana.
Díaz fue asesinada por su exnovio. El hombre la enterró en el patio de la vivienda donde vivía la joven migrante.
El comisionado de Juan Guaidó en la Secretaría General de la OEA, David Smolanky, informó sobre el caso en sus redes sociales.
“Venezolana Johanna Díaz, 32 años de edad, quien tenía ocho días desaparecida en Trinidad y Tobago, fue encontrada muerta y enterrada la tarde de este sábado. Otra tragedia para una familia inmigrante venezolana en ese país del Caribe”, dijo en su Twitter.
Hacemos un llamado a las autoridades de Trinidad y Tobago para que hagan las investigaciones pertinentes sobre el caso de Johanna Díaz y urgen más acciones para prevenir delitos y discriminación en contra de los venezolanos que huyen de la tiranía de Maduro.
— David Smolansky (@dsmolansky) September 6, 2020
La expareja de Díaz fue detenida el viernes 4 de septiembre por la Policía de Trinidad y Tobago.
Tras varios interrogatorios confesó el asesinato y admitió que enterró el cuerpo en el patio de la residencia, ubicada en el sector Buen Intento de Princes Town.
Violencia de género
Vecinos de Díaz relataron al diario trinitario Sunday Newsday que la víctima “compartió una relación intermitente con el hombre durante el año pasado. Hace unos dos meses, parecía haberse mudado” y que “la vieron ensangrentada en algunas oportunidades”.
El hombre de 35 años es un mecánico, al que el medio de la isla señal como una persona que consumía drogas y era violento.
La desaparición de la migrante venezolana fue reportada por sus familiares y amigos, después de que no respondiera llamadas ni mensajes. La última vez que la vieron con vida fue el 28 de agosto.
Según Sunday Neswday, el cuerpo de la joven fue arrojado en un “pozo negro” de la vivienda. Cuando la policía lo encontró estaba descompuesto y todavía no saben la forma en qué la asesinaron.
“No la habíamos visto durante unos tres meses. No escuchamos ni vimos nada. Las paredes son altas y no esperábamos algo así en esta tranquila comunidad”, dijo un vecino, que pidió permanecer en el anonimato al medio trinitario.
Foto: Sunday Newsday