“Aufarbeitung”. Esta palabra alemana, que no tiene traducción al español, es el concepto con el que Alemania está asumiendo la celebración de los 30 años de la reunificación que se cumplen este 3 de octubre.

Se trata de una revisión del pasado, con todas sus consecuencias, para construir el futuro. En esa suerte de autoexamen han hallado que la brecha entre regiones se ha agudizado y que hay desafíos por atender.

La unidad alemana aún no está completa. Es una de las reflexiones que hace el embajador en Caracas, Daniel Kriener,  al cumplirse tres décadas  de reunificación de Alemania Oriental ( RDA) y Occidental.  Desde la sede diplomática en Venezuela, Kriener ( Renania del Norte, 1960) comenta sobre los aprendizajes del proceso que se dio en un marco  aún mas complejo: perestroika y glasnot.

La sorpresa de la caída

Como a muchos en su país natal, la caída del muro de Berlín, en noviembre 1989, tomó de sorpresa al entonces estudiante de Ciencia Política. No así la reunificación de las dos naciones  en 1990.

Para Kriener, la caída del muro de Berlín fue inesperada, tal vez como su levantamiento. Se contaba entre los escépticos cuando alguien hablaba de una eventual unidad. Para él, explica, la división alemana era un hecho natural producto de la Segunda Guerra Mundial. Nació y creció en una nación separada en dos estados.

El muro, símbolo de esa división  y del mundo bipolar,  se erigió  de la noche a la mañana el 13 de agosto de 1961 cuando fueron colocadas alambradas para separar la ciudad y evitar que del lado oriental continuara la salida de personas hacia el lado occidental.

“Muchas personas se despertaron y descubrieron que habían quedado atrapadas, en muchas ocasiones separadas de sus amigos y familiares en Occidente”, explica Bbc Mundo.  

En 1989, el 9 de noviembre, el muro comenzó a ser desmantelado por una multitud luego de que un vocero de la RDA informara que las restricciones de viaje habían sido  derogadas.

En aquel momento Kriener estaba en Polonia, país que en junio de 1989 había vivido su propia gesta con las elecciones  parlamentarias medianamente libres. 

De los aprendizajes que han tenido los alemanes en este proceso, el diplomático sostiene que la  unidad alemana  “solo fue posible gracias a las manifestaciones pacíficas en las ciudades de la antigua República Democrática Alemana, la RDA. Y gracias al coraje y la determinación de nuestros vecinos de Europa Central y Oriental. De esta revolución pacífica deriva la responsabilidad de defender la democracia, el Estado de derecho y el respeto por los DDHH”.

Aufarbeitung

Kriener, no obstante, reitera que aun la unidad no está completa. Allí entra esta palabra Aufarbeitung “que  tiene en español varios significados: elaboración, superación, terminación, modificación, etc. Con ella, los alemanes describimos también el proceso de confrontación con nuestro pasado y en ese sentido, no tiene significado exacto en español”, explica la misión diplomática en sus redes sociales.

“Después de la fiesta llegó la desilusión. Para muchos alemanes de la antigua RDA los años posteriores a la unificación fueron duros: muchos perdieron su trabajo, las empresas fueron cerradas, vecinos abandonaron sus casas para buscar un futuro mejor en otros lugares”, comenta Kriener.

“Recuerdo que la celebración de los 10 años de la unidad de Alemania fue un evento triste. Entonces, una mirada atrás nos enseña que a pesar de los esfuerzos y las buenas intenciones tenemos que reconocer que unos de nuestros compatriotas se han visto perjudicados durante este periodo. Por eso, el 30 aniversario para nosotros es también un motivo para cuestionar nuestra gestión, para una reflexión sobre episodios que pudieron afectar el alma de una nación, de modo que sea posible construir puentes de transformación democrática hacia el futuro. En alemán tenemos un término que define este proceso, que se llama “Aufarbeitung”. Nosotros, como nación estamos en eso”.

 Balance

El diplomático desde su experiencia como un alemán nacido y criado en la parte occidental comenta que él no tuvo que hacer un gran esfuerzo para adaptarse a una nueva realidad, pero que los alemanes de la parte oriental sí. 

“El  balance es positivo, pero no se puede esconder que hubo unos eventos no tan positivos, por ejemplo, la situación económica para los alemanes orientales. El modelo económico del socialismo había fracasado. Eso se sintió muy duro en las empresas estatales que tuvieron que cerrar y mucha gente perdió su empleo Fue una situación en la que ellos tuvieron que cargar el costo de la unificación. Me acuerdo, por ejemplo, de un  aniversario de la unificación en Berlín. Aquella vez no fue una celebración de alegría. Eso cambió posteriormente. Pero  el balance es que hoy aún tenemos diferencias entre regiones de occidente y oriente. Nos toca seguir trabajando en diferentes regiones para lograr una unidad completa”. 

En Venezuela

La celebración de este 30 aniversario en Venezuela será virtual. Inicia este sábado. Durante la semana estrenarán un documental sobre Alexander Von Humboldt y conversaciones con venezolanos invitados para comentar su visión sobre  los 30 años de la unificación.

Otro de los aprendizajes de todo este proceso, afirma Kriener, es que la democracia y la libertad son bienes que no se consiguen de una vez para siempre. “ Requiere esfuerzos permanentes”.