Civea
Virew of the bottle filling line at the factory of Venezuelan Santa Teresa rum, in La Victoria, in the state of Aragua, on September 23, 2014. Venezuelan rum, marginalized by consumers for decades, is gaining ground on imported whiskey --a symbol of status and oil wastefulness but whose price has become unaffordable due to foreign exchange shortages and inflation. AFP PHOTO/FEDERICO PARRA

La Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea) considera que producto de la pandemia por coronavirus y el contrabando de licores en el país, la industria de destilerías y especie alcohólicas presentan un déficit de un 80% en el 2020.

Luis Enrique Cárdenas, director Ejecutivo de Civea, manifestó en una entrevista radial a través de la cadena Unión Radio que en comparación al año 2019, la baja producción afecta de manera considerable la economía de sus asociados, ya que no han podido colocar sus productos. Aunando a esto, debido a la cuarentena y sus medidas de radicalización, la comercialización de los derivados de especies alcohólicas ha sido muy baja.

Ante la situación por el coronavirus, advirtió Cárdenas que enfrentan otro problema. Debido a la prohibición de ventas de esto productos, el ciudadano común se ha dirigido al comercio informal y por ende, a productos de contrabando. “En este momento es la práctica que está afectando más al sector formal”.

Presión fiscal

A pesar de que en meses pasados Nicolás Maduro anunció un proceso de reestructuración en los pagos de dividendos y tributos fiscales por la pandemia, explicó el director ejecutivo de Civea que la industria licorera no ha dejado de pagar los impuestos por concepto de comercialización.

Vemos con mucha preocupación la manera como se está interpretando este acuerdo de armonización tributaria, en el que los pocos municipios que han hablado con nosotros nos han dicho que nos van a aplicar la alícuota más alta”.