Como era de esperar, el 2021 es la continuidad, en acontecimientos, del 2020. Particularmente, en lo que se refiere al mayor problema global: la pandemia del coronavirus y los problemas que deriva. Pero, en positivo, comienza a sentirse un alivio mundial por el giro político administrativo en uno de los países más grandes e importantes de la Tierra.
La pandemia en lo que va del 21
En el primer mes del 2021, la pandemia sigue fea, preocupante, en todo el mundo. Las cifras aumentan. En escasos sitios se ha dado un respiro pero… suáz, reaparecen casos. En Europa dicen que van por la tercera ola. En la mayor parte del mundo, no han salido de la primera. Uno no no sabe cuándo termina una y comienza la otra.
En algunos países europeos, con poderosos sistemas sanitarios y control social, al comenzar el 2021, se han dado más casos y muertes por Covid-19 que hace meses. En otras partes del mundo, nunca los datos han mejorado. El presidente saliente de los EE.UU. se va con casi medio millón de muertes a cuestas por no haber tomado en serio lo que era un evidente peligro a la salud de sus connacionales.
La esperanza de control de la pandemia está en la vacuna. En lo que va de año, en algunos países, se han puesto en marcha campañas de vacunación. Pero todo no es gloria en la tierra del Señor.
La adquisición y distribución de vacunas en el mundo
El presidente de la Organización Mundial de la Salud ha confirmado lo que se temía desde que se anunció la disponibilidad de vacunas para protegerse del Covid-19: la desigualdad social en el plano mundial mostrará su lado más feo. Ya se dice de acaparamiento de vacunas por parte de los países más ricos y a verse la incapacidad de su adquisición por parte de los países más pobres.
Desde el 2020 se sabía que los países ricos dispondrían más rápidamente y una mayor cantidad de vacunas anti Covid-19 y eso, en sí, es un grave problema en la lucha contra la pandemia. Mientras haya casos de coronavirus en algún lugar del mundo, persistirá el riesgo de expansión del virus.
La distribución de vacunas anti Covid-19 en todos los países y segmentos sociales que la necesitan es la única solución ante la actual pandemia y es una gran oportunidad para que los organismos internacionales en materia de salud demuestren su razón de ser y los países ricos su solidaridad con los que menos tienen.
Nuevos aires en Estados Unidos
La nueva presidencia en los Estados Unidos recordó que a finales del 2020 el electorado de ese país apostó por la mesura y experiencia del presidente electo a pesar de que su avanzada edad y el carácter afable y disposición al diálogo pudieran ser visto como sus debilidades. Esto en una sociedad donde la juventud y la rudeza o dureza masculina y el uso de la fuerza es un valor extendido.
La nueva dupla presidencial de los EE.UU. coloca a una mujer en el segundo puesto de mando de ese país. Este hecho es noticia por ser la primera vez que ocurre. Sin duda, un avance local: Hace años que en Latinoamérica, Europa y Asia se han electo mujeres para cargos más altos, la presidencia de sus países.
De la vicepresidenta de los EE.UU. los medios destacan que, además de ser mujer, sea negra y provenga de migraciones oscuras. El avance social será real cuando, allí y, en cualquier parte del mundo, lo destacable en una mujer sea electa o seleccionada para un alto cargo no sea su sexo, ni raza, ni orígenes étnicos sino sus logros o su carrera política o profesional, como ocurre con los hombres.
Un avance social real es que, en el nuevo gabinete de Estados Unidos una mujer transexual sea nombrada Vicesecretaria (viceministra) de Salud. Cuando ese país lidera las estadísticas de contagios y muertes por la pandemia que hace estragos en el mundo, esa responsabilidad se equipara a la Secretaría de Estado o de Defensa. Ese nombramiento no parece ser parte del afán por mostrar la diversidad entre los miembros del nuevo gabinete, sino un reconocimiento a la capacidad administrativa y profesional de la funcionaria, independientemente de su sexo y género, como tiene que ser.
Entre los primeros decretos del nuevo mandatario estadounidense hay dos que producen alivio mundial: la reincorporación a la Organización Mundial de la Salud y la vuelta como firmante al acuerdo climático de París. Esto, en un momento en el que todos los países tienen que hacer bloque contra la pandemia del Covid-19 y los preocupantes cambios climáticos que se vienen dando. Un bien para la humanidad.
Preocupa, por supuesto, lo que pueda pasar con la pandemia en este 2021, pero hay una esperanza real con la vacuna y con algunos cambios en el panorama político mundial.
***
Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
Del mismo autor: Dos logros más del 2020