Muchas son las observaciones hechas por especialistas sobre las elecciones parlamentarias del 6D. La incertidumbre antes de que los comicios fuesen convocados y la creación de centros de votación con nombres vinculados con el proceso rojo rojito son solo algunos de los señalamientos. También lo que vino después, como las impugnaciones ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el silencio del Consejo Nacional Electoral (CNE) frente a estas. Es por esta razón que la Cátedra Libre “Democracia, Elecciones y Comunicación”, junto con la Universidad Central de Venezuela, propone que las reglas del juego sean revisadas desde la academia por los expertos en la materia y mesas de trabajo para hacer una reforma electoral.
“Las normas que le sirvieron al oficialismo en 2010 son las mismas que sirvieron a la oposición en 2015“, aclaró la profesora, abogada y consultora electoral, Egleé González Lobato, en la primera jornada para la Reforma Electoral Democrática: Hacia una Justicia Electoral en Venezuela. Agregó que estas reglas trajeron, en aquel entonces, una “sobrerrepresentación” de la bancada psuvista y que ahora es al revés.
González Lobato, directora de la Cátedra DEC-UCV, presentó siete áreas, con la misma jerarquización, que necesitan revisión de acuerdo con el análisis y el estudio del desempeño de los diferentes entes que participan en el proceso electoral.
Una de las observaciones fue el papel del CNE, tanto durante el proceso como posteriormente. La convocatoria de los comicios fue anunciada después de los esperado, “pasaban los meses y no se hacía la convocatoria”. También apuntó la falta de participación del ente como educador electoral.
“El organismo está obligado a informar al electorado que el voto es secreto”, dijo. Sin embargo, aseguró, esta tarea fue suplida por la sociedad civil a través de las misiones de acompañamiento, como la alianza UCAB-IDEA Internacional.
La especialista apuntó el particular silencio del CNE frente a las impugnaciones de resultados del 6D, a pesar de haberlos reconocido. “Se genera desconfianza en el árbitro”, expresó, “resuelve quedarse callado o pronunciarse a favor de una mayoría”.
Igualmente, señaló la actuación del TSJ a través de las decisiones dictadas en la Sala Electoral y en la Sala Constitucional, ya sea para intervenir en las decisiones internas de partidos políticos o para la impugnación de resultados. “El TSJ no puede decidir quién gana”, afirmó González Lobato.
Desde la Constitución, señaló, también hay trabajo que hacer, con temas como el financiamiento público a los partidos y la reelección indefinida. “Hay gente que ya ha realizado propuestas. Ya los diagnósticos están hechos”, dijo y apuntó que los especialistas que saben de áreas específicas deberían ser involucrados en el proceso de la reforma electoral.
También aseguró que la sociedad civil debe tener una participación más activa en los procesos electorales y que se debe revisar la creación de centros de votación con nombres favorables a un sector, ya que “da la sensación de un ventajismo, de una campaña hecha a destiempo”.
Dijo que la búsqueda de propuestas para una reforma electoral será efectiva si la nueva mayoría de la Asamblea Nacional rompe con el péndulo de los dos grandes grupos políticos que hay y la “sobrerrepresentación” de los sectores mayoritarios, pensados para favorecer a los rojitos en aquel entonces durante los comicios de 2010. “El principio que ha prevalecido es el de lo que no me conviene hoy, me conviene mañana“, apuntó.
González Lobato hizo un llamado a la nueva mayoría a revisar en conjunto todos los puntos expuestos y a integrar a los especialistas para poder alcanzar resultados provechosos que permitan la consolidación de la justicia electoral y la democratización del proceso electoral. “Vamos en búsqueda del diálogo y esperamos que la nueva mayoría no se comporte como lo han hecho otros“, concluyó.