Edison Arciniega, director ejecutivo de Ciudadanía en Acción, alertó sobre la tendencia hacia la irrelevancia de la producción de alimentos del campo venezolano, que ya en 2020 significó sólo la sexta parte del plato de comida nacional; y denunció que -por primera vez en 50 años- Venezuela llega al mes de mayo sin un plan nacional de siembra.
“Esta situación de decadencia responde en buena medida a las políticas públicas no asertivas del Ministerio para la Agricultura y Tierras, que este año destaca por que en una fecha tan avanzada como el 24 de mayo no ha presentado el Plan de Siembra de 2021, rompiendo con una tradición de apoyo a la producción primaria que tuvo continuidad entre 1960 y 2020″, subrayó el experto en seguridad alimentaria.
Arciniega, representante de la ONG con enfoque en derechos sociales y seguridad alimentaria, destacó que de los planes de siembra de la cartera agrícola han dependido históricamente los microproductores agrícolas y pecuarios venezolanos, y señaló que estos carecen de la escala suficiente para acceder a financiamiento en condiciones plenas de mercado o de poder autofinanciar sus procesos de siembra.
“La carencia de un Plan de Siembra en 2021 pone en riesgo la producción de frutas tropicales (⅙ de la dieta nacional), raíces (yuca, ocumo, ñame y afines, tubérculos (papa, batata, afines), hortalizas (cilantro, cebollín, ají, pimiento, cebolla, tomate y un largo etc.), maíz blanco (del que existe escasez internacional), entre otros”, detalló.
En este sentido, el especialista subrayó que esta carencia del programa estatal, sumado a la no disposición de más de 20 millones de dólares líquidos en la cartera de crédito agrícola, apuntan a que en 2021 podría cerrar dependiendo en 90% de importaciones para satisfacer el plato de comida nacional.
Sobre esto último, sumó que -conjugado con la inestabilidad del suministro global de alimentos para exportación y los precios crecientes de los alimentos a nivel global- puede agravarse severamente en el segundo semestre de 2021 la inseguridad alimentaria en Venezuela.
Ante este complejo panorama, hizo un llamado al Estado venezolano, en especial al ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo; y al viceministro de Tierras, Faye Kasen; responsables operativos directo de los planes del Estado en esta materia, a desarrollar y presentar un Plan de Siembra del Estado para 2021, creíble y en condiciones de mercado, mancomunado por los actores productivos de la ruralidad, a fin de impedir que en 2021 solo se produzca 10% de los alimentos requeridos por el país.
Más crisis en el sector
Ya se anunció que cerca de 350 mil toneladas de caña de azúcar se quedaron si cosechar en Portuguesa, región centro occidental del país, en la recién finalizada zafra 2020-21, en la que se pudo recolectar cerca del millón de toneladas.
“Entre una y dos paradas, tuvimos 30 días sin moler ni recibir caña por la falta de suministro de gasoil a tiempo”, dijo el presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), José Ricardo Álvarez.
La dificultad de traslado de los alimentos, sostuvo, genera grandes pérdidas. Y hasta el momento, acotó, no han obtenido respuestas por parte del gobierno que administra Nicolás Maduro sobre la propuesta para que se les permita importar gasoil.
Pero no solo la caña de azúcar se quedó en el campo. Más de 25 mil toneladas de alimentos sólidos y tres millones de litros diarios de leche se han perdido semanalmente por la dificultad de traslado, según manifestó Juan Carlos Montesinos, abogado y presidente de la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar (Avaf).
Desde hace tres meses comenzaron con las crisis de gasoil, “y eso trajo como consecuencia la paralización de la siembra de arroz y maíz. Hemos tenido conversaciones con el gobierno, con la Comisión de Diálogo y Paz, pusimos sobre la mesa algunas propuestas para que nos permitan importar y no hay nada en concreto”. (https://brownshvac.net/)