El jueves pasado SpaceX lanzó una misión de suministro con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI), llevando consigo miles de pequeñas criaturas marinas y poderosos paneles solares, además de un experimento de pasta de dientes para combatir la placa. El envío de 3.300 kg que arribó el sábado 5 de junio, incluyó también limones, cebollas, aguacates y tomates cherry (¡solo faltaron las papas!) para los siete astronautas de la estación.
La EEI ha estado en el espacio desde 1998 y se ha mantenido por la cooperación ejemplar entre las cinco agencias espaciales participantes que la dirigen: NASA (EE. UU.), Roscosmos (Rusia), JAXA (Japón), ESA (Europa) y CSA (Canadá).

Una estación espacial es esencialmente una gran nave espacial, que permanece en órbita terrestre durante largos períodos de tiempo. Es como un gran laboratorio en el espacio y permite que los astronautas suban a bordo y se queden durante semanas o meses, para realizar experimentos en microgravedad. Durante más de 20 años desde su lanzamiento, los seres humanos han vivido y llevado a cabo investigaciones científicas de forma continua, pudiendo lograr avances en la investigación que no son posibles en la Tierra. El laboratorio flotante ha albergado más de 3.000 investigaciones con científicos pertenecientes a 108 países del mundo, llevando a cabo investigaciones de vanguardia en varias disciplinas, incluida la biología, química, física, farmacia, meteorología, ciencias de la vida y materiales.

El cohete Falcon de SpaceX brilló en el cielo brumoso desde el Centro Espacial Kennedy. Una vez separada la cápsula de carga -denominada Dragón- del módulo propulsor, este aterrizó en una plataforma costa afuera varios minutos después del despegue, para ser reusado en un posterior vuelo de la NASA. Esta fue la 22ª misión de suministro de SpaceX. La agencia espacial recurrió a empresas privadas para transportar carga y astronautas, tras la retirada de los transbordadores hace una década. En abril, la compañía trasladó la tripulación de cuatro astronautas a la EEI para una misión de seis meses. SpaceX también vio recientemente su primer lanzamiento y aterrizaje exitosos del cohete Starship, que espera usar para viajar a la luna y eventualmente enviar personas a Marte.

Este nuevo envío incluye 20.000 tardígrados y 128 calamares, así como plantas de ajíes y plántulas de algodón. ¿Por qué se necesitan los animales marinos en la EEI? Los tardígrados, más comúnmente conocidos como osos de agua, pueden sobrevivir en entornos drásticos en la Tierra e incluso en el vacío del espacio. Los tardígrados fueron congelados para su envío. Estos extremófilos microscópicos serán descongelados y revividos a bordo de la estación espacial. Al identificar los genes que se encuentran detrás de la adaptabilidad de estos animales, los científicos esperan comprender mejor los factores de estrés en el cuerpo humano durante las largas estancias espaciales.

Los 128 calamares bebé -que también son diminutos (3 mm de largo)- junto con sus propios microbios, se utilizarán como parte de la investigación sobre los efectos de los vuelos espaciales en las interacciones beneficiosas entre microbios y animales. En el cuerpo humano, los microorganismos contribuyen a una variedad de funciones, incluida la digestión, el desarrollo del sistema inmunológico y la desintoxicación de sustancias químicas nocivas. Una interrupción en nuestra relación con estos microbios puede provocar enfermedades. El calamar tiene un sistema inmunológico similar al de los humanos, por lo que esta investigación ayudará a determinar si el vuelo espacial altera la relación de beneficio mutuo, lo que podría apoyar el desarrollo de medidas de protección y mitigación para preservar la salud de los astronautas en misiones espaciales de larga duración. Dicho conocimiento podría ayudar a identificar formas de proteger y mejorar estas relaciones, para mejorar la salud humana y el bienestar, incluso en la Tierra.

Entre las “cosas” enviadas a la estación, se incluyen muestras de saliva y bacterias bucales de pacientes odontológicos. Estas muestras serán sometidas a un tratamiento con pasta de dientes y enjuague bucal. “No hay garantía de que los métodos de la Tierra funcionen en gravedad cero”, dijo en un comunicado la Universidad de Nevada (EE. UU.). El experimento aportará información valiosa que ayudará a mantener saludables los dientes y encías de los astronautas en las futuras misiones espaciales.

Otras investigaciones que se llevarán a cabo incluyen un estudio sobre si los brazos robóticos se pueden operar de forma remota utilizando la realidad virtual, así como un estudio sobre la producción de algodón, que permitiría crear especies más resistentes en la Tierra. Una mejor comprensión de los sistemas de raíces del algodón y la expresión genética asociada, podría permitir el desarrollo de plantas más robustas, reduciendo el uso de agua y pesticidas.

La capsula Dragón también está llevando el primero de tres conjuntos de paneles solares de alta tecnología diseñados para reforzar la red eléctrica envejecida de la estación espacial. Los astronautas realizarán dos caminatas fuera de la estación a finales de este mes, para ayudar a instalar los dos paneles desplegables que sustituirán a los actuales, que han estado en funcionamiento continuo durante 20 años. Se necesitará más energía para acomodar el creciente número de visitantes que compran boletos, dijo el miércoles el gerente del programa de la estación espacial de la NASA, Joel Montalbano. El actor Tom Cruise se encuentra entre varias figuras de alto perfil que han anunciado planes para visitar la EEI, con la intensión de filmar una película de acción en el espacio.

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Profesor-Investigador Universidad Central de Venezuela • Miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat • Editor de la Revista Catálisis • Presidente (H) de la Sociedad Venezolana de...