La existencia de armas de guerra dentro de los recintos carcelarios, además de los secuestros y las extorsiones propiciadas por privados de libertad son hechos innegables para la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela. Sin embargo, explicó que esos delitos ocurren en las cárceles donde no se ha implementado el programa de régimen penitenciario.

“El tema de la criminalidad es muy complejo, sí ha habido una relación directa en algunos casos con el crimen que se comete en la calle y algunas cárceles, pero en los estados donde se ha controlado todo el sistema, eso ha impactado”, aseguró en entrevista con José Vicente Rangel, trasmitida este domingo 6 de marzo por Televen.

La titular de la cartera de Asuntos Penitenciarios aseguró que los hechos acaecidos en Margarita por la muerte del El Conejo, donde se vieron reclusos retratados en fotografías y videos con armas de fuego, son producto de la corrupción de funcionarios civiles y miliares. Manifestó que el servicio penitenciario no maneja armas de fuego, sino escopetas de perdigones de polietileno que sirven para controlar situaciones de orden interno.

Valera recomendó a las víctimas de extorsión denunciar cuando “le digan que tiene que ir a una cárcel a pagar”, porque de lo contrario “fortalece el accionar de las mafias penitenciarias”. A su juicio, durante sus cuatro años de gestión “el país puede ser testigo presencial de lo que ha significado el cambio estructural en el sistema penitenciario del país” que en 2015 alcanzó, según dijo, el 90% de régimen penitenciario que representa a 70 cárceles.

Consideró que “las personas tienden a generalizar” lo que ocurre en los centros penitenciarios, pero aclaró que un crimen en Aragua no tiene las misma consecuencias en Táchira o Mérida donde el régimen penitenciario funciona al 100%. En ese sentido, aseveró hay siete cárceles más en régimen de transición y etapas de requisas, para ser incorporadas al régimen penitenciario para alcanzar la cifra de 98% de privados de libertad uniformados en 2016.

“¿Qué hacemos nosotros para uniformar a un privado de libertad?, garantizamos que dentro del recinto no existan armas, hayan condiciones para poder implementar las normas de régimen que implican que el privado de libertad se levanta a las 4 de la mañana, tiene actividades programadas en todo el día y a las 9 de la noche tiene un toque de silencio, se hacen ejercicios físicos bajo la modalidad de orden cerrado, se hacen requisas constantes, se tiene solo lo permitido, el Estado procura la dotación completa del privado de libertad y eso nos ha dado a nosotros mucho control, además del control de los centros” sentenció.

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