La denuncia de voceros del nuevo consejo comunal del sector Siete de Antiguo Aeropuerto de Punto Fijo, estado Falcón, sobre presuntas irregularidades cometidas por la organización comunitaria saliente generó este lunes, 7 de marzo, una reacción explosiva en Twitter. Tanto la periodista Irene Revilla, que publicó el domingo 6 su versión de los hechos, así como el diario El Falconiano, en el que publicó el reporte, fueron atacados a través de la red social por usuarios que utilizaron la etiqueta #DiarioElFalconianoMiente
@elfalconiano_ comunicadores nefastos y mas este tipo de personas porque periodistas no son @irene_revilla amarillistas
— Edrik Hernandez (@Edriknho) March 7, 2016
#DiarioElFalconianoMiente palangristas difunden falsa información sobre nuestros Infocentros @Infocentrospais pic.twitter.com/DwradNqf6N
— Napile (@walentina1013) March 7, 2016
Parte de los tuits iban dirigidos a proteger y reafirmar el trabajo de los Infocentros o “espacios tecnológicos comunitarios”, impulsados por el Gobierno desde el año 2000, debido a que la sede del consejo comunal se encontraba en uno de esos establecimientos denominado “Américo Chaparro”. Allí, dirigentes comunales acudieron con Revilla y hallaron un lote de medicamentos vencidos, como profenid, ampicilina y penicilina; insumos quirúrgicos como jeringas, gasas, kits para vías intravenosas y soluciones fisiológicas. También encontraron una camilla en buen estado, tanques de agua dañados, lámparas, postes de alumbrado público y otros materiales eléctricos en desuso.
De acuerdo con la reportera, que estudió en la Universidad Bolivariana de Venezuela núcleo Falcón y además es docente colaboradora de la Misión Sucre, esa sede de Infocentro había sido desvalijada, ya que no contaba con los característicos computadores, u otros materiales, “solo quedó el mural con su nombre y una valla en el piso”, señaló a Efecto Cocuyo.
Yxonel Bracho, vocero de la unidad administrativa y financiera del consejo comunal, indicó al portal primeranoticia.net que los anteriores dirigentes comunitarios se negaron a entregar memoria y cuenta de su gestión y detalló que la casa donde funcionaría un consultorio popular de la Misión Barrio Adentro y un cyber fueron comprados, equipados y abandonados.
Revilla comparte esa visión y sobre su artículo reafirma que siempre estuvo apegada a la verdad. “Constaté la situación y escribí todo lo que rodeó la escena, además de las declaraciones de sus voceros (…) se trata de llevar la verdad por delante del mundo y ser vocera de las comunidades”, aseguró.