“¡Déjennos entrar, solo queremos ver lo que por ley nos toca!”, decía un grupo de personas de la tercera edad a las puertas del hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional. Había una razón: este miércoles 30 de marzo se discutiría la Ley de Bono para alimentos y medicinas para jubilados y pensionados, también llamada “Ley del Bonoabuelo”.
Cuando los diputados, tanto de la Mesa de la Unidad Democrática, como los del Partido Socialista Unido de Venezuela, ingresaron a la sala de debates ya los abuelitos estaban sentados pancarta en mano y aplaudiendo.
“¡Henry, mira. Henry, salúdanos!”, gritaba una señora al momento que ingresó Ramos Allup para presidir el debate. La propuesta la presentó el presidente de la Comisión de Desarrollo Social de la AN, Miguel Pizarro.
El parlamentario de la MUD pidió a sus compañeros de la bancada oficialista que se pusieran la mano en el corazón para sancionar una ley que solo buscaba cumplir con un beneficio para millones de personas de la tercera edad que lo necesitan. “Demos un debate de altura, sin lugares comunes. Vamos a devolverle a esa gente (pensionados y jubilados) lo mucho que le dieron a este país”. Hasta ese momento, el texto se aprobaría de forma unánime.
Víctor Clark, fue el primero en intervenir por los diputados del Psuv. Aseguró que salvarían su voto porque el texto no tenía el estudio de impacto económico de cómo se pagaría el beneficio. En ese momento, los invitados que eran los adultos mayores, se pararon y le dieron la espalda al parlamentario. La escena se repitió en cada una de las intervenciones de los diputados rojos. Fueron cinco veces en total.

Rápidamente fueron saliendo cada uno de los nueve artículos con los que quedó sancionada la norma jurídica. Al cuestionamiento de dónde provendrían los recursos para pagar los Bs 500 millones que se requieren para el bono de cada uno de los del Psuv, los de la MUD les respondían que recortaran los regalos a países como Cuba, Bolivia y Nicaragua.
En una esquina del hemiciclo discutían Pedro Carreño, Víctor Clark y Héctor Rodríguez. ¿La razón? los diputados del Partido Comunista de Venezuela, Yul Jabour y Oscar Figuera, sí estaban de acuerdo con aprobar por unanimidad la ley. Incluso, en lugar de que interviniera Figuera metieron, intempestivamente, al diputado Ramón Lobo.
Menos de una hora le llevó al Parlamento darle la sanción a la tercera ley de la nueva legislatura. Los abuelos gritaron de emoción, agradecían a los diputados de la MUD, quienes a su vez se pararon a aplaudirlo. El “Gloria al Bravo Pueblo…” del Himno Nacional rompió con toda la diferencia que se había visto en el debate. Los adultos mayores comenzaron a entonarlo, le siguieron los parlamentarios opositores y también los oficialistas.
La Ley de Bono para alimentos y medicinas para jubilados y pensionados fue remitida inmediatamente al Ejecutivo para su promulgación.

Una vez culminada la sesión, los abuelos pedían tomarse fotos con Ramos Allup. “Ya va, que falto yo”, gritó una señora en el pasillo del Palacio Legislativo. Un señor de canas bromeó con el presidente de la AN: “A ti también te toca tu bonooo”, a lo que este con una sonrisa le respondió: “Sí, yo estoy pensionado”. Todos rieron.