Muchos alimentos comunes contienen edulcorantes. Estos aditivos alimentarios imitan el efecto del azúcar en nuestros receptores del gusto, brindando una dulzura intensa con muy pocas o ninguna caloría. Millones de personas consumen edulcorantes todos los días en productos como los refrescos dietéticos, en parte como una forma de evitar el aumento de peso debido al azúcar, pero el riesgo a la salud de estos sustitutos ha sido motivo de controversia durante mucho tiempo.
Algunos edulcorantes se producen de forma natural (como la estevia o el jarabe de batata). Otros, como el aspartame, son artificiales. Aunque tienen pocas o ninguna caloría, los edulcorantes siguen teniendo un efecto sobre nuestra salud. Por ejemplo, el aspartame se convierte en formaldehído (un cancerígeno conocido) cuando el cuerpo lo digiere. Este podría acumularse en las células y hacer que se vuelvan cancerosas. Los estudios han relacionado el consumo de algunos edulcorantes con afecciones como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Pero los vínculos con el cáncer han sido menos estudiados.
Ahora, en un estudio publicado en PLOS Medicine se analizó a 102.865 adultos que aportaron información sobre su dieta, estilo de vida, datos sociodemográficos e historial médico, demostrando que aquellos que consumen altos niveles de algunos edulcorantes (79 mg por día) tienen un pequeño aumento en el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Se consideraron también, otros factores que pudieron influir en los hallazgos, como la edad, niveles de actividad física, tabaquismo, índice de masa corporal y antecedentes familiares de cáncer.
Para evaluar la ingesta de edulcorantes artificiales, los investigadores pidieron a los participantes que llevaran un diario sobre el consumo de alimentos, entre los años 2009 y 2021. El estudio concluyó que el aspartame (NutraSweet o Equal) y el acesulfame de potasio, en particular, se asociaron con un mayor riesgo de cáncer, especialmente relacionados con el cáncer de mama y con la obesidad. Apoyando estos resultados, expertos del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia y de la Universidad Sorbonne Paris Nord analizaron los datos y sugirieron un posible aumento del riesgo de cáncer de mama y cánceres relacionados con la obesidad.
Los edulcorantes también pueden tener un efecto profundo en las bacterias que viven en el intestino. Cambiar las bacterias del intestino puede afectar el sistema inmunológico, lo que podría significar que ya no identifican ni eliminan las células cancerosas. Pero aún no está claro, a partir de estos experimentos basados en células y animales, cómo los edulcorantes inician los cambios cancerosos en las células. Muchos de estos experimentos serían difíciles de aplicar a los humanos, porque la cantidad de edulcorante que se administra es varias veces más alta de las que un humano podría consumir. Los resultados de investigaciones anteriores son limitados, en gran parte porque la mayoría de los estudios sobre este tema solo han observado el efecto de consumir edulcorantes sin compararlos con un grupo de control (sin edulcorante).
Sin embargo, una revisión de la literatura académica llegó a la conclusión de que había escasas pruebas que sugerían que el consumo excesivo de edulcorantes artificiales, podría aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. En otro artículo científico publicado en la revista BMJ se llegó a una conclusión similar. Además, el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. y el Cancer Research UK afirman que los edulcorantes no causan cáncer y que han sido autorizados para su uso por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Para el aspartame, el límite diario es equivalente a 12 latas de bebidas dietéticas.
Aunque los hallazgos del reciente trabajo justifican una mayor investigación, no implican una relación directa, por lo que es importante reconocer las limitaciones del estudio. Los datos recopilados en los diarios sobre los alimentos ingeridos pueden ser poco confiables porque las personas no siempre son honestas sobre lo que comen o pueden olvidar lo que han consumido. Aunque los investigadores mitigaron parcialmente este riesgo al hacer que los participantes tomaran fotos de los alimentos que consumían, es posible que las personas aún no hayan incluido todos los alimentos que comieron.
Si bien el vínculo entre el uso de edulcorantes y las enfermedades, incluido el cáncer, sigue siendo controvertido, es importante tener en cuenta que no todos los edulcorantes son iguales. El aspartame y la sacarina pueden estar asociados con problemas de salud, pero no todos los edulcorantes lo están. Se ha indicado que la estevia, producida a partir de la planta Stevia rebaudiana, es útil para controlar la diabetes y el peso corporal, y también puede disminuir la presión arterial. El xilitol, también puede ayudar al sistema inmunológico y la digestión. Se ha demostrado que tanto la estevia como el xilitol protegen contra las caries, posiblemente porque matan las bacterias bucales dañinas.
Finalmente, el riesgo de desarrollar cáncer en aquellos que consumieron los niveles más altos de edulcorantes artificiales en comparación con los que ingirieron cantidades más bajas fue modesto, con solo un 13 % más de riesgo de desarrollar cáncer en el período de estudio. Entonces, la elección importante podría relacionarse con el tipo de edulcorante que se usa, más que con la cantidad.
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