Dos menores de edad y cuatro adultos fueron alcanzados por las esquirlas que se desprendieron de una granada lanzada por delincuentes a una patrulla del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (Cicpc) cuando transitaba por la parroquia 23 de Enero.

De acuerdo con versiones policiales, una comisión del cuerpo detectivesco ingresó a la comunidad en un operativo. Al llegar a la calle La Libertad del barrio El Observatorio, el artefacto impactó contra el vehículo y estalló cerca de un grupo de personas.

Todos los afectados fueron trasladados por particulares al hospital General Doctor Jesús Yerena, en Lídice. Gabriel Viscaya, de cinco años de edad, llegó al centro asistencial sin vida. En lo que va de 2016, 79 menores de edad fueron víctimas de la violencia en la Gran Caracas, según cifras extraoficiales.

Entre los heridos por las esquirlas se encuentra una niña de tres años de edad y el detective del Cicpc, Johander Ramírez, quien presentó lesiones en la pierna derecha. Los otros quedaron identificados como Jhainer Zerpa, de 48 años; Wilmer Pérez, de 30 y María Viscaya, de 25 años y madre del pequeño fallecido.

Un informe de Transparencia Venezuela reveló que entre 2013 y 2015 el país reportó 18 muertes por la explosión deliberada o accidental de granadas, armas que son de uso militar. La organización obtuvo la cifra de un estudio que realizó la Oficina de Naciones Unidas para el Desarme en América Latina y el Caribe (Unlirec) quienes detectaron un incremento en la utilización de estos artefactos explosivos.

Un conteo de Transparencia Venezuela fueron documentados 60 casos durante los primeros diez meses de 2015 en todo el país. Esto incluye episodios en los que la granada fue arrojada contra instalaciones o personas (independientemente de si detonó o quedó inerte), en los que fue utilizada con propósito de amedrentar o presumir (uso simbólico), en los que se produjo una detonación accidental o fue decomisada.

“En los primeros diez meses del año fueron contadas 33 muertes como consecuencia directa de las explosiones de granadas. Otras 62 personas fueron heridas. Se desconoce si luego del suceso, alguna de ellas pudo fallecer”, detalla el estudio.

Para cuando se realizó el informe, todavía no se había registrado la muerte de una niña de 8 meses de edad por la explosión de una granada que le habían lanzado al puesto de la Guardia Nacional venezolana ubicado en la plaza La Concordia, el 27 de diciembre del año pasado.

La otra pérdida fatal fue la del sargento José Vega, quien falleció a pocas horas del ataque.

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