Las últimas dos semanas, la situación política y económica de Venezuela ha sido protagonista en la región. Desde la carta del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) hasta las declaraciones de un antiguo aliado como lo fue el presidente Pepe Mujica, no solo Latinoamericana, sino también el Vaticano, tienen los ojos puestos en el país. Incluso la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) —con la llegada de los exmandatarios José Luis Rodríguez Zapatero, Martín Torrijos y Leonel Fernández a Caracas— ha expresado preocupación por el caso venezolano.
A pesar del recibimiento de los tres expresidentes, expertos consultados por Efecto Cocuyo aseguran que no hay ningún tipo de apertura por parte del Gobierno. Es por su condición de enviados de la Unasur que, según los especialistas, radica la disposición del chavismo a aceptar la ayuda mediadora. Otras instancias, como la misma Santa Sede, no corrieron con la misma aceptación oficial.
El especialista en Ciencias Políticas, Sadio Garavini, afirmó que la visita de Zapatero, Torrijos y Fernández viene de una propuesta del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, y que la medida muestra que incluso un organismo regional, afín al Gobierno venezolano, está preocupado por una posible “implosión política y económica“.
“Naciones que antes le exportaban a Venezuela ya no lo hacen porque no hay dinero. A Brasil se le debe plata, pero no hay para pagarle”, aseveró. “Los vecinos están preocupados por un posible flujo de venezolanos refugiados, entre ellos Curazao y Colombia”.
“Afuera hay mucho temor por lo que puede pasar en el país“, coincidió el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras. De acuerdo con el experto, los enviados de la Unasur carecen de credibilidad dentro de un sector del país debido a su afinidad con el Gobierno. Sin embargo, dijo que de no “echar el cuento completo”, perderían legitimidad en su condición de mediadores.
Para Garavini, el Gobierno no tiene “voluntad para abrirse al diálogo”. Indicó que también llama la atención que dos figuras de la izquierda latinoamericana, como lo son Luis Almagro, secretario general de la OEA, y Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, hayan señalado al presidente venezolano de ser los culpables de la situación. Este último, tras declarar que Nicolás Maduro estaba loco como una cabra. “No son mandatarios de la centroderecha, como fueron Vicente Fox o Felipe Calderón“, agregó.
El exembajador señaló que si bien el Gobierno no está abierto al diálogo, otras figuras representativas del chavismo, como Clíver Alcalá, “están haciendo críticas muy poderodas”. Con respecto a la región, Venezuela se queda sin sus aliados de siempre, hasta en la Unasur. “Ahí también es minoría por los cambios de la geopolítica. Solo cuenta con el apoyo de un debilitado Morales y un debilitado Correa“, aseguró Garavini.
Ambos especialistas coincidieron en que la mediación de Rodríguez Zapatero, Torrijos y Fernández no es imparcial. Sin embargo, consideran que el diálogo entre las partes es primordial para hacer frente a la situación. “Que tus amigos sean los que vengan a mediar no demuestra que de verdad quieres que haya diálogo“, inquirió Garavini.
El Vaticano por fuera
Por motivos ajenos al Vaticano, el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, monseñor Paul Richard Gallagher, suspendió su viaje a Venezuela. El emisario, quien también acompañó al Papa Francisco en su viaje a Cuba, iba a servir de mediador entre ambas partes en conflicto.
“Es una torpeza política no haber aprovechado la oportunidad de esta visita“, opinó el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, el padre Francisco José Virtuoso. “La iglesia tiene mucho que aportar y es un puente de diálogo. Ha sido un factor de entendimiento de dos polos en la región, como lo son Cuba y Estados Unidos“, agregó.
Juan Francisco Contreras y Sadio Garavini coinciden con la posición del padre Virtuoso. “El representante del Vaticano tenía una función importante. Pudo haber sido, quizás, la persona para establecer la confianza. Es muy lamentable porque se están cerrando puertas”, señaló el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela.
Para Garavini, la cancelación de la visita del monseñor Gallagher se debe a que probablemente no están dadas todas las condiciones para su realización y a que “el Vaticano no encuentra acogida entre las altas esferas del Gobierno”.
El emisario del Papa, quien también ha pasado por Guatemala, Burundi, Tanzania y Australia, se separa del contexto venezolano por los momentos. Sin embargo, para el padre Virtuoso, la iglesia continúa estando dispuesta a mediar entre el Gobierno y la oposición.
“La iglesia se ha puesto institucionalmente a disposición de este proceso de diálogo. Tanto de manera privada, con una carta enviada al presidente Nicolás Maduro, como de forma pública, con el ofrecimiento de este enviado. Hasta ahí es donde puede llegar el Vaticano“, finalizó el rector de la UCAB.