Las distancias entre las acciones del jefe de la Unidad, Chuo Torrealba, y el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, se hacen cada vez más profundas. Con el apuro por activar el revocatorio este año, ambos líderes buscan presionar al Estado de distintas formas. Un tercer actor aparece en el panorama: el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup. El escenario al que hace frente la oposición es producto del nuevo mapa político que se dibuja en el país, aseguraron especialistas a Efecto Cocuyo.
El viernes, el jefe del gobierno mirandino convocó a una marcha para el próximo lunes 6 de junio, con el fin de exigir al Consejo Nacional Electoral (CNE) que establezca la fecha para la validación de las firmas del revocatorio. Capriles agregó que si la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no lo acompañaba en la decisión, marcharía solo.
Por su parte, el secretario general de la coalición de partidos pidió que ese mismo lunes se realice una jornada masiva en Chacaíto para que los firmantes también consignen testimonios, por escrito y en video, para ratificar su apoyo al revocatorio.
“Yo veo lo que vive la MUD como diferencias producto de la presión social que se está generando en el país. Esto hace que algunos dirigentes políticos sientan que deben ir más en profundidad con las presiones y que aparezcan las distancias”, señaló el politólogo Luis Salamanca.
Para el especialista, estas confrontaciones entre los actores de la oposición no son las que ponen en riesgo la activación del revocatorio, sino el chavismo. “El referendo lo tiene frenando el Gobierno, no lo está obstruyendo la oposición“, agregó.
Sin embargo, el politólogo y dirigente de Marea Socialista, Nicmer Evans, difiere de esta opinión. De acuerdo con Evans, el referendo peligra desde hace rato por los choques entre Acción Democrática (AD) y Primero Justicia (PJ).
“PJ asumió la bandera del referendo desde un principio y ha sido persistente. Quien ha ido en contravía en la MUD a esta propuesta ha sido Ramos Allup, quien considera inadecuado que se haga este año, por lo que se inventaron la enmienda y otras vías alternas”, precisó.
El dirigente de Marea Socialista añadió que en el país existen actualmente más fuerzas políticas y mayor diversidad, lo que dibuja un mapa político diferente al de la polarización. Esto se ve reflejado en las posturas adoptadas por figuras de la oposición y por la “movilización” de sus actores.
“Vemos a un Capriles movilizándose hacia el extremo, ocupando el espacio de un Leopoldo López inactivo. Se corre hacia ese lado que había criticado”, indicó, “mientras Capriles se desplaza hacia ese lado, el espacio que él ocupaba lo asume Ramos Allup, que es el de ser el mediador, el facilitador”.
Según Evans, Torrealba se encuentra en medio de ambas fuerzas que existen dentro de la oposición y todo esto ocurre mientras se da “una nueva etapa de cambio profundo que está demandando la gente”.
Salamanca precisó que esta situación interna de la MUD podría traerle problemas a la coalición de partidos y el Gobierno pudiese sacar provecho. “Sin una política clara y común, pueden generar desaliento entre los opositores“, dijo.
Para ambos, está claro que es momento de que la MUD mantenga la unidad en un contexto en donde confluyen el revocatorio, el diálogo y la presión de actores internacionales. De acuerdo con Salamanca, si cada uno de los partidos que integran la oposición se distancian, entonces la oposición peligrará.
“El drama es que la MUD es la que tiene el capital político. Los partidos por separados no tienen suficiente fuerza“, advirtió el politólogo. Con el revocatorio a la vuelta de la esquina, “no estamos para inventos”.
Capriles no se corrió hacia el lado de LLOPEZ, este nunca planteó un revocatorio.