El caso de los 32 migrantes secuestrados en Tamaulipas puso nuevamente en evidencia las dificultades que soportan las miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos por tierra, para solicitar asilo.
En esta ocasión, los migrantes fueron liberados el 3 de enero de 2024. Los secuestradores querían usarlos como carnada para que sus familias en Estados Unidos pagaran por sus rescates.
Las autoridades mexicanas conocieron el hecho un día antes del fin de año. Hombres armados interceptaron un autobús de pasajeros que tenía la ruta desde Monterrey (México) a Brownsville (Texas). La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, confirmó luego que los secuestrados eran migrantes de dos nacionalidades: 26 venezolanos y seis hondureños.
Lo cierto es que el desenlace de esta historia fue positivo para los migrantes. Luego de ser liberados, el gobierno mexicano concedió un permiso de residencia humanitario para que las personas puedan estar tranquilas en ese país.
No obstante, diversas organizaciones han hecho llamados previamente a las autoridades mexicanas para que mejore su trato a las personas en tránsito. Los migrantes no solo se enfrentan al crimen organizado, sino a las autoridades que se aprovechan de la vulnerabilidad de quienes están en tránsito.
Varios testimonios recabados por Efecto Cocuyo en los últimos años dan muestra de cómo muchos migrantes aseguran que su paso por México fue más traumático que cruzar la peligrosa selva del Darién, lugar donde suele comenzar la ruta de las personas que buscan llegar a Estados Unidos.
México es el último país en el largo camino de los migrantes a Estados Unidos
Históricamente, México ha sido un país de tránsito para las personas que viajan por tierra hacia Estados Unidos, bien sea para solicitar asilo o protección; pero también para penetrar en la extensa frontera que comparten mexicanos y estadounidenses.
En los últimos años se han hecho cada vez más visibles accidentes, secuestros y muertes que involucran a los migrantes. En ocasiones esto puede pasar al sur, puerta de entrada para las personas, pero también ocurre en el norte, a pocos kilómetros de la línea fronteriza.
Sólo entre agosto y octubre de 2023 se registraron tres accidentes de tránsito que acabaron con la vida de 46 migrantes que iban desde el sur de México hacia el norte. En 2023, Amnistía Internacional (AI) fue una de las organizaciones que hizo más énfasis en la importancia de proteger a los migrantes y en que los estados de las Américas debían garantizar la seguridad de las personas en tránsito.
Previamente, ocurrió uno de los sucesos que más resonó en el año. La muerte de, al menos, 38 migrantes que estaban en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración de México (INM).
Este suceso generó el rechazo de decenas de organizaciones que exigieron justicia para los migrantes fallecidos. En esa ocasión, un incendio acabó con las vidas de las personas que estaban en una bajo llave y que se pudo haber evitado.
El temido tránsito por México
En 2022, Efecto Cocuyo realizó entrevistas a varios de los migrantes que llegaban a Estados Unidos tras haber cruzado el Darien y el resto de América Central. Uno de ellos fue Alexander Chirinos, venezolano, quien fue enviado desde Texas a Washington, D.C. por iniciativa del gobernador del estado fronterizo, Greg Abbott.
“Es jodido estar en México, los policías son malos. Hay gente mala; me robaron lo que tenía y tuve que dormir en la calle varias veces”, comentó Chirinos en ese momento.
Otros testimonios también relataban cómo funcionarios de seguridad mexicanos se aprovechaban de la vulnerabilidad de los migrantes para extorsionarlos y quitarles el poco dinero que tienen, con la amenaza de detenerlos si no “colaboran”.
Las organizaciones hacen un llamado a México y a otros países
Durante 2023 fueron numerosos los llamados que hicieron múltiples organizaciones en pro de velar por los derechos de los migrantes. Fueron criticadas las medidas tomadas por México y Estados Unidos en materia de deportación.
El fin del título 42 trajo el inicio de una era más restrictiva por parte de EE. UU. en el tema de acceso a la frontera.
Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés), habló con Efecto Cocuyo sobre el reciente hecho en México y otros casos.
“México es un país profundamente impactado por la migración, pero tiene políticas migratorias muy reprobables. Sobre todo cuando se trata de la protección de los migrantes en tránsito”, explicó Jiménez Sandoval.
La presidenta de Wola también recordó dos masacres que ocurrieron en Tamaulipas. Una en 2010 con el saldo de 72 migrantes fallecidos. La segunda con al menos 193 personas asesinadas por grupos del crimen organizado en la zona.
“Estos secuestros que ocurren en Tamaulipas nos llevan a pensar en esas tragedias. En esos horrores que, con impunidad, se han mantenido en el transcurso del tiempo”, relató .
Las recomendaciones a los gobiernos americanos
Una de las principales recomendaciones que ha hecho Wola a las autoridades mexicanas es que se desmilitaricen las fronteras. De esta manera, el control de la política migratoria sería civil y debería estar basada en derechos humanos.
“Hemos sido críticos con las políticas de Estados Unidos que también llevan a que México adopte muchas políticas que no se ajustan a derecho”, resaltó Jiménez Sandoval.
La presidenta de Wola también recordó que hay responsabilizad de los países de origen. “En este momento el gobierno venezolano no ha dicho absolutamente nada”, dijo sobre el reciente secuestro y liberación de los migrantes que, en su mayoría, son venezolanos. “Es el deber del gobierno asegurarse de pedirle cuentas al gobierno mexicano, sobre todo cuando se trata de políticas de protección a los migrantes”, agregó Jiménez.
“Para llegar al sueño americano, pareciera que primero hay que cruzar la pesadilla mexicana”, remató la presidenta de Wola en referencia a las numerosas dificultades que viven los migrantes en tránsito hacia el norte del continente.