Tareck El Aissami: Nosotros sufrimos igual que la gente en las colas

“El peor momento de Venezuela ya pasó”, aseguró el gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami este domingo, 31 de julio. En una entrevista en el programa José Vicente Hoy, el dirigente de la tolda chavista expresó que a pesar de la caída en los ingresos por petróleo, el Gobierno ha hecho un esfuerzo para mantener la inversión social. “Aquí no se ha recortado presupuesto a las universidades ni privatizado los hospitales“, indicó.

También habló sobre la creación de la Gran Misión Abastecimiento Seguro y Soberano, presentada este mes por el presidente Nicolás Maduro para combatir la escasez en los supermercados.

El Aissami añadió que hay hasta 27 buques con materia prima esperando para entrar al país; sin embargo, expresó que ésta debería ser producida en Venezuela para solucionar el problema del desabastecimiento. “Nosotros sufrimos lo que sufre la gente en la cola. Nos duele lo que vive la gente o que un venezolano no pueda tener acceso a un medicamento“, dijo.

Asimismo, el gobernador del estado Aragua aseguró que la oposición está negada al diálogo político y denunció que algunos sectores de esta facción están “teledirigidos desde el imperio” y tienen como único propósito derrocar al presidente Maduro. 

“Todo viene desde marzo, desde el infame decreto de Obama. Eso marca el inicio de una estrategia que busca la salida del proceso revolucionario“, afirmó desde el programa transmitido por Televen.

En este sentido, enfatizó que el Gobierno ha sostenido conversaciones con algunos sectores de “la derecha” a manera de explorar vías para el diálogo, pero no profundizó sobre los encuentros. “Ellos (la MUD) han jugado a una doble moral: por un lado expresan que la vía electoral es su sendero; pero por otro vemos las leyes impopulares que presentan en la Asamblea Nacional“, expresó.

El dirigente chavista criticó algunas acciones de la oposición, como la solicitud de activar la Carta Democrática, fijar la salida del presidente Maduro en un plazo de seis meses y la aprobación de la Ley de Amnistía. Sobre esta última, dijo que en otros países sería considerada razón suficiente para disolver al Parlamento.