La Universidad Simón Bolívar (USB), emblemático símbolo de excelencia educativa en Venezuela, cuyo prestigio la hizo ser apetecible por aquellos estudiantes que querían ser los grandes científicos del país, vive actualmente una severa crisis derivada, según quienes la defienden, de la intervención que desde el Estado se hizo para controlar sus autoridades académicas y administrativas.
Y esa crisis se hace reflejo en muchos aspectos: desde la deteriorada imagen que se ve en su otrora inmejorable campus hasta en la falta de personal docente que pueda educar a quienes aún ven en sus aulas una oportunidad de éxito.
Se buscan profesores de matemáticas, como sea. USB. pic.twitter.com/dikRmM2pda
— APUSB (@APUSB) November 29, 2024
Crisis galopante
Desde 2018, según datos de la Asociación de Profesores de la USB (Apusb), esta casa de estudio ha perdido más de 900 profesores de su sede en el valle de Sartenejas, municipio Baruta.
En 2021, la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu) denunció la intervención de la Universidad Simón Bolívar por parte del Gobierno de Nicolás Maduro que, a través del Consejo Nacional de Universidades (CNU), impuso nuevas autoridades de la casa de estudio, tras la muerte del rector Enrique Planchart.
Desde ese año, no ha habido elecciones para escoger a las autoridades uesebistas, algo que estudiantes y personal que labora allí ha exigido, ante los oídos sordos del Ministerio de Educación Universitaria.
«En nuestra Universidad Simón Bolívar designaron, vía Consejo Nacional de Universidades, malamente, en 2021, unas autoridades interinas, cuya única actividad significativa, además de darle continuidad institucional «normal» a la casa de estudios, era convocar elecciones en los 180 días subsiguientes. Ni la «normalidad» tan deseada, ni las urgentes elecciones rectorales han ocurrido. Es más, han sido osados, atrevidos en la desecación física y académica de nuestra universidad», explica el profesor William Anseume, presidente de la Apusb.
Cuánto cobra un profesor de la USB
Datos de esta asociación también revelan que hace más de 15 años un profesor titular con dedicación exclusiva -el mayor rango de la tabla salarial- cobraba 500 bolívares mensuales, equivalente a 12 dólares al tipo de cambio de remesas de ese mes. Hace diez años, ese mismo rango cobraba el equivalente a 900 dólares, según la tasa oficial de 2008. En una década el salario docente perdió el 97% de su valor. Hoy, los docentes ganan casi esos mismos 12 dólares.
«En la Universidad Simón Bolívar presionan, persiguen, hostigan, al profesorado con una imposible presencialidad absoluta que pretenden imponer las autoridades interinas», añadió el docente.
Para Anseume, la situación profesoral forma parte de la política nacional destructiva de la educación y el trabajo.
«Nos quieren en la miseria, para que nos acostumbremos, como si eso fuera posible en la universidad, para que nos callemos, como si eso fuera posible en la universidad y el país. Urge un cambio de políticas universitarias, educativas y laborales», dijo.
Más de la destrucción física y académica en la USB. pic.twitter.com/MgWiUj8SKi
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No quieren más despojos
El secretario de asuntos académicos de la Asociación de Profesores de la USB, Omar Pérez Avendaño, señaló que acudió a los tribunales en su condición de presidente del Instituto de Previsión del Profesorado de esa universidad, en vista de que las autoridades interinas prosiguen en su política de despojo de los espacios otorgados para la protección de los profesores.
«Acudimos a tribunales a solicitar protección con una demanda de nulidad de los actos administrativos contra los espacios del IPP-USB, que deberían servir para generar recursos que sirvan para amparar a los profesores».

El profesor y dirigente gremial indicó que este gremio recibió dos comunicaciones de las autoridades interinas impuestas por el CNU, que les informaba sobre su política de adueñarse de todos los espacios, como hicieron con la Casa del Profesor.
«Esto para absolutamente nada, solo como retaliación, porque no tienen plan alguno para el desarrollo de esos espacios. Entre otras cosas, implica que deberemos salir de la óptica que atiende las necesidades de nuestros colegas en ese sentido. La afectación en el tiempo, en cuanto a recursos económicos, es letal para el funcionamiento del IPP, instituto que sirve para proteger en algo a los profesores en estos momentos tan críticos para todos. En la APUSB seguiremos la lucha por nuestros espacios y por los derechos de los profesores, sin desmayo», añadió.
«Es inaceptable lo que ocurre en este inicio de clases en la USB, con mayor énfasis en su Sede del Litoral, como si fueran universidades distintas. En una universidad con fallas en servicios esenciales como el transporte y con sueldos de absoluta miseria que no llegan siquiera, como sueldo, a cuarenta dólares mensuales, pretenden ignorar la realidad e imponer una imposible presencialidad absoluta. Para ello están persiguiendo a los profesores, sacando fotos en clases y con todo tipo de presiones indebidas. Rechazamos este tipo de actitudes», expresó.
El docente agregó que «exigen un cambio de dedicación de exclusiva a tiempo integral, buscando hacer cumplir un reglamento que desdice de la realidad. Cuando no cumplen en términos laborales con la Constitución y las leyes. Se han puesto inquisidores. En la Sede del Litoral se han provocado ya cinco renuncias que sepamos entre el personal académico, porque con el personal administrativo y obrero se portan mucho peor. Exigimos elecciones rectorales, exigimos que dejen en paz a los profesores que quedan en la USB».