Imágenes: cortesía Emmanuel Rivas y Leonardo León

Aunque en las últimas 24 horas la intensidad de las lluvias ha disminuido un poco, en Mérida la situación general sigue siendo de alerta, pese a que las autoridades nacionales y regionales han intentado solventar los daños causados por más de tres días de continuas precipitaciones de 12 horas.

En municipios como Pueblo Llano, en pleno páramo merideño, las afectaciones han sido grandes. Los deslaves, productos de las crecidas de ríos y quebradas, han ocasionado, entre otros males, cierre de vías, cosechas perdidas y familias damnificadas, en una zona que vive primordialmente de la agricultura.

Carina Rondón Salcedo, residente del municipio, explicó –en contacto con Efecto Cocuyo– que las graves afectaciones causadas por las recientes lluvias han sido devastadoras en caseríos colindantes como Cardenal Quintero y El Caney, por donde generalmente pasan los camiones que distribuyen las verduras y hortalizas que allí siembran.

“Nosotros somos un municipio agrícola, pero las vías están en alto riesgo. El puente está a punto de colapsar, y ayer (jueves 26 de junio) se advirtió no sacar más mercancías por allí”, explicó Rondón.

La merideña, cuya familia es productora agropecuaria, indica que las precipitaciones han complicado el transporte de mercancías agrícolas, principal sustento de las comunidades locales, y han generado daños significativos en las cosechas y la infraestructura vial.

«Las lluvias han arrasado cosechas, causando pérdidas, mientras que el lodo y los escombros bloquean las principales rutas de salida», agrega.

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Más ayuda es requerida

Aunque Nicolás Maduro anunció el envío de maquinaria, Rondón señaló que el gobernador no ha visitado la zona. Sin embargo, maquinaria del municipio y del sector privado trabaja en la limpieza de accesos, con apoyo de una candidata oficialista a la Alcaldía. “Hay dos máquinas operando, una en la entrada del municipio y otra más abajo, pero el lodo es mucho”, afirmó.

La situación se agrava con la llegada de una nueva onda tropical este fin de semana, que podría intensificar las lluvias y vientos. “Ayer (jueves) llovió con mucho viento, hoy está empezando otra vez. Esperemos que no pase a mayores”, expresó Rondón con preocupación.

La comunicación en la zona es inestable debido a fallos en los datos móviles y cortes de electricidad. “Cuando nos quedamos sin luz, quedamos incomunicados, salvo quienes tienen ciertas operadoras”, detalló. A pesar de la colaboración comunitaria, la falta de recursos y la fragilidad de las infraestructuras complican los esfuerzos.

Rondón hizo un llamado a las autoridades para agilizar la ayuda y garantizar la seguridad de las vías, esenciales para la economía local. “Si no se saca la mercancía, se pierde todo”, concluyó.

Mucuchíes se une para el rescate

El municipio Rangel, cuya capital es Mucuchíes, también enfrenta una grave crisis tras las intensas lluvias del 24 de junio, que dejaron unas 60 familias damnificadas en las zonas de Apartaderos, San Rafael, La Mucuchache, El Pedregal, Escahuey y Cacute.

El periodista Emmanuel Rivas comentó para Efecto Cocuyo que las precipitaciones causaron la pérdida total o parcial de viviendas, pertenencias y cosechas agrícolas listas para el mercado, lo que deja incalculables pérdidas. Además, camiones con insumos agrícolas están varados debido al colapso de las vías.

«El aislamiento es total: la carretera trasandina que conecta Rangel con Mérida, así como las vías hacia Barinas y Trujillo, fueron destruidas por el río, que también arrastró postes eléctricos, dejando al municipio sin electricidad ni conectividad estable (Cantv y Movistar intermitentes). En Apartaderos, uno de los sectores más afectados, el río pasa sobre la calzada y socavones impiden el tránsito», dijo Rivas en la entrevista telefónica.

Indicó también que la propia comunidad, a la espera de ayuda gubernamental, se ha organizado para llevar alimentos, ropa, cobijas y agua potable a los damnificados, que muchos fueron alojados en escuelas, gimnasios, posadas y hoteles.

Iglesias se alían para llevar ayuda

«Organizaciones como Cáritas, la Iglesia Evangélica y los Testigos de Jehová lideran estas iniciativas, ante un apoyo gubernamental limitado por la incomunicación. Bomberos, Protección Civil y Policía de Mérida han acudido, pero la maquinaria pesada no ha llegado; solo máquinas pequeñas locales trabajan en la limpieza y recuperación de vías», añadió Rivas.

Agregó que en esas comunidades se están aplicando vacunas como el toxoide tetánico en ambulatorios cercanos y que personal del Instituto Merideño de Vivienda fue visto en la zona, y que un helicóptero sobrevoló Apartaderos, aunque sin llevar ayuda en ese momento.

«Actualmente, no llueve, lo que facilita las labores de limpieza, pero la situación sigue siendo crítica en el municipio, especialmente en la parroquia San Rafael, que permanece sin electricidad», agregó.

Imágenes: cortesía Emmanuel Rivas y Leonardo León