A casi un año de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, la líder opositora María Corina Machado asegura que continúa «en pie de lucha, desde las sombras», con lo que se deduce que sigue trabajando por el cambio político en Venezuela.
«Nosotros tenemos hoy la fuerza. Hay un país unido y más claro que nunca, y esto no tiene vuelta atrás, no la tiene. A Maduro lo vamos a sacar. El tema es cómo vamos a construir una nueva Venezuela donde nunca jamás volverá a instalarse el crimen y el terror», insistió Machado en una entrevista reciente con Actualidad Radio.
Pero a escasos días de las elecciones municipales del 27 de julio, la máxima dirigente de Vente Venezuela, a diferencia de los comicios regionales y parlamentarios del 25 de mayo, no ha hecho un llamado expreso a la abstención, en aparente alineación con la apatía electoral que parece predominar entre los ciudadanos y la demanda de que se respete el resultado electoral de las presidenciales a favor de Edmundo González.
Frente a la desconexión política
Analistas políticos consultados por Efecto Cocuyo advierten que la ganadora de las primarias presidenciales de 2023 debe estar en un momento de “redefinición de estrategias” para evitar que la “desconexión de la política” se instale de manera indefinida entre la mayoría que votó por un cambio político hace un año y con ello el sentimiento de desesperanza por un futuro mejor.
“Es un momento de redefinición estratégica. Un elemento central es que está cerca el 28 de julio, fecha emblemática para los venezolanos porque se generaron expectativas de cambio que no se concretaron como estaba previsto en el imaginario colectivo”, señala el politólogo Piero Trepiccione.
El también consultor en opinión pública e incidencia advierte que en los actuales momentos, producto de lo ocurrido el 28 de julio y el pasar de los meses, priva una desconexión política entre los venezolanos que siguen queriendo un cambio de gobierno en el país, pero para quienes la política no es ahora un tema prioritario en el día a día.
“Frente a esa desconexión, María Corina Machado y otros líderes políticos deben interpretar ese sentimiento y hacer una redefinición estratégica, puesto que mantener el esquema previo al 28 de julio y después produjo agotamiento y desconfianza por la falta de resultados”, agregó.
Manejo de expectativas
“El régimen le ha declarado la guerra a los venezolanos, y cada día que pasa ese sistema criminal retrocede y nosotros avanzamos. Nosotros ganamos terreno y mantenemos nuestras posiciones, a pesar de la más brutal represión, hoy denunciada por el mundo entero. Hoy nos organizamos subterráneamente, porque hay cosas que no se ven, pero sí se sienten. Lo que tiene que pasar, VA A PASAR”, escribió Machado en su cuenta de X, el pasado 8 de julio.
El consultor político Luis Toty Medina Gil coincide con Trepiccione en que el manejo de las expectativas no ha sido el mejor aliado de Machado y su equipo; además que ante la falta de resultados a corto y mediano plazo, puede más bien empujar a una mayor desesperanza.
“Machado y sus colaboradores apostaron a que, ante una derrota tan contundente (28 de julio), se generarían fisuras y quiebres dentro del bloque hegemónico del poder que controla a Venezuela. Parece que no anticiparon que el gobierno y las fuerzas armadas se atrincherarían. Posteriormente han intentando cabalgar sobre el desgaste del régimen, lo que muchos traducen en una inacción que juega en su contra. Pretender mantener la esperanza sobre la base de un plan secreto, y unas acciones sorpresivas que vendrán, pueden tener como resultado la inacción y la desesperanza que devienen en desmovilización ciudadana”, advirtió Medina Gil.
Trepiccione insistió en que frente al manejo de altas expectativas no hay confianza y la gente tiende a “desengancharse», lo cual, repitió, obliga a la líder opositora y al conjunto del liderazgo político venezolano a un cambio en la estrategia, acorde a los momentos que se viven.
“Es un hecho cierto que si los liderazgos no se ajustan a las necesidades de la gente, corren el riesgo de desaparecer, más en estos momentos en que las redes sociales generan mucha inmediatez”, apuntó el politólogo.
Sostiene, basado en estudios de opinión, que Machado sigue siendo un referente opositor importante frente al ojo ciudadano, pero debe hacer “ajustes” en su camino para evitar que el apoyo se vaya diluyendo.
La exdiputada permanece en la clandestinidad para evitar ser apresada tras los comicios del 28 de julio. La última vez que se le vio en las calles fue el 9 de enero de 2025, un día antes de la juramentación de Nicolás Maduro, para encabezar una protesta en Caracas. Fue detenida y a las horas liberada. El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ha dicho que solo es «cuestión de tiempo» para que Machado sea encarcelada o «negocie» su salida de Venezuela.
El “silencio” frente a los comicios municipales
Cuando desde el chavismo se comenzó a promover el escenario electoral 2025, con las elecciones de gobernaciones, Consejos Legislativos, Asamblea Nacional (AN), alcaldes y concejos municipales, que corresponden constitucionalmente este año, Machado dejó claro que no avalaría ningún otro proceso comicial hasta que entrara en vigor la voluntad popular del 28 de julio.
A medida que avanzó la convocatoria para el 25 de mayo, el mensaje fue varias veces reiterado. El exdiplomático Edmundo González y los partidos agrupados en la Plataforma Unitaria Democrática se alinearon en el mismo discurso.
De cara al 27 de julio, Machado no ha reiterado el mensaje que promueve la abstención electoral. Sí lo hicieron González Urrutia y la coalición de partidos. Del lado de la dirigencia nacional, que sí promovió ir a elecciones el 25 de mayo pese a la falta de garantías, los llamados a participar para las municipales tampoco abundan.
“El resultado electoral del pasado 25 de mayo, como los que se anticipan para el 27 de julio próximo, no reflejan la realidad política del país. Que el bloque hegemónico obtenga victorias superiores al 90% en estados y municipios no es lo que realmente está ocurriendo en el país social y políticamente”, asegura Medina Gil.
El fundador de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos advierte que uno de los dramas de la apatía electoral que podría instaurarse en el país ante la falta de cambio político es la no vigencia del voto como herramienta e instrumento para derrotar al gobierno y demostrar la mayoría.
En tanto, la administración de Maduro apunta hacia un “rediseño” del sistema electoral basado en circuitos comunales , lo que, según expertos, vendría a significar una mayor “centralización y control” de los procesos electorales en el país por parte del chavismo.