El Comité por la Libertad de los Presos Políticos de Venezuela (Clippve) denunció este 4 de agosto que la cárcel de El Rodeo I, donde hay al menos 70 presos políticos, «es un cementerio de hombres vivos».
En un video que compartieron en su cuenta de la red social X detallaron las condiciones a las que someten a las personas privadas de libertad por razones políticas.
Entre ellas que solo les suministran agua potable dos minutos al día. «¿Quién puede asearse, lavar su ropa y sobrevivir con eso?», se preguntó el Comité. También dijeron que los pocos artículos de higiene personal como jabón, desodorante y crema dental les llega en bolsas plásticas exprimidos, lo que dificulta su uso para asearse.
«Esta ya no es una cárcel común, es una cárcel de tortura diseñada para borrar identidades y quebrar cuerpos. Lo administran custodios encapuchados, que no muestran el rostro, evidencia viva del terrorismo de Estado en Venezuela», agregaron en el video.
También manifestaron que el Ministerio para el Servicio Penintenciario y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) se reparten entre sí «las culpas» de estas condiciones, pero no dan respuesta a los familiares de los presos políticos.
Cómo sobreviven los presos políticos en El Rodeo I
Las celdas son de cemento y de 2×2, sin ventilación ni luz solar.
«El Rodeo I es una cárcel que parece una tumba. Celdas de cemento de dos metros sin ventanas, sin ventilación, sin luz. Allí se hacinan hombres sin contacto físico, sin cartas, sin voz», dice el video sobre cómo sobreviven los presos políticos en esas condiciones.
Nombraron entre ellos a Josnars Baduel, Rafael Tudares, Oswaldo Castillo, Henryberth Rivas y Wilder Vásquez. «El Rodeo I es un cementerio de hombres vivos y en este país demasiados han aprendido a morir en vida», agregaron.
Entre las irregularidades está que a los reclusos no los trasladan para las audiencias, sino que se realizan de forma telemática al lado de los custodios encapuchados, lo que no les permite denunciar los maltratos ni torturas a las cuales los someten.
«Y aunque el régimen intente borrarlos, sus familias siguen hablando, denunciando, insistiendo, porque el silencio también mata y nombrarlos es también una forma de resistir», subrayaron sobre el papel que desempeñan los allegados de los presos políticos en el país.