La ONG Justicia, Encuentro y Perdón (JEP) recientemente exigió al Estado venezolano que informe de inmediato sobre el paradero de los hermanos Rolando y Otoniel y su primo Juan Guevara, exfuncionarios policiales condenados en 2005 por el asesinato del fiscal Danilo Anderson, que fueron trasladados de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), en El Helicoide, a centros penitenciarios ubicados en el estado Miranda.
La denuncia vuelve a poner en la palestra pública el nombre de los Guevara, considerados presos por motivos políticos y cuyos familiares denuncian que no han podido comunicarse con ellos.
“Este tipo de acciones —realizadas sin notificación previa ni confirmación del paradero — no solo violan derechos fundamentales, sino que causan un dolor profundo”, denunció la organización no gubernamental.
Han pasado más de 20 años del asesinato del fiscal Anderson, quien murió el 18 de noviembre de 2004 en Caracas, víctima de un atentado, tras la explosión de un coche bomba que estalló al paso de su vehículo. Anderson era el fiscal encargado de investigar a los presuntos implicados en el fallido golpe de Estado de 2002 contra el presidente Hugo Chávez.
A los hermanos Guevara los condenaron por el asesinato del fiscal Anderson. El cargo principal fue homicidio calificado con premeditación y alevosía mediante incendio y agavillamiento. Su detención y condena se basaron en el testimonio de un “testigo clave”.
Otoniel Guevara Pérez
Otoniel José Guevara Pérez, de 67 años de edad, oriundo de Puerto Cabello, estado Carabobo, es un administrador profesional que desarrolló la mayor parte de su carrera en el campo de la seguridad y la inteligencia del Estado.
Su trayectoria comenzó en 1977 cuando ingresó a la extinta Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip). Durante su servicio realizó cursos de especialización y recibió ascensos, con capacitaciones en instituciones en Canadá, Estados Unidos y Japón. Su experiencia lo llevó a encargarse de la seguridad del excandidato presidencial Francisco Arias Cárdenas en el año 2000.
La vida de Guevara cambió dramáticamente con su detención en noviembre de 2004, tras ser acusado de ser uno de los autores materiales del asesinato del fiscal Anderson, un caso que se convirtió en un símbolo de la polarización política del país.
Junto a sus hermanos, lo acusaron por el crimen, aunque defensores de derechos humanos han sostenido que su detención fue ilegal y arbitraria.
Testimonio cuestionado
A Otoniel Guevara Pérez lo sentenciaron a 27 años y 9 meses de prisión por homicidio calificado con premeditación y alevosía. El caso se apoyó en el testimonio de Giovanni José Vásquez de Armas, el “testigo clave”, lo que generó controversia y acusación de falta de pruebas contundentes.
El testimonio del «testigo estrella» es objeto de críticas y se señaló como parte de un proceso judicial que, según los defensores de Guevara, careció de las garantías mínimas.
A lo largo de los años, el caso lo revisó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), que ha recibido denuncias sobre la ilegalidad de la detención y presuntas torturas para obtener confesiones.
La defensa de Otoniel Guevara y sus hermanos denunciaron la falta de una investigación efectiva sobre las torturas y la utilización de procedimientos judiciales para legitimar su privación de libertad, clasificándolos como «presos políticos».
Rolando Guevara Pérez
Rolando Jesús Guevara Pérez, de 64 años de edad, hermano de Otoniel, es oriundo de Caracas y también dedicó su vida profesional al servicio de seguridad.
Rolando fue policía y criminalista. Ingresó a las filas de la entonces Policía Técnica Judicial (PTJ) en 1982. A lo largo de su carrera, se destacó en varias divisiones, incluida la de Homicidios, y llegó a ser jefe de la División Contra el Tráfico Interno de Drogas.
En su trayectoria, Rolando participó en el esclarecimiento de casos de alto perfil, como el secuestro de los hermanos Treviño Bravo y el homicidio de Román Chalbaud Troconis. Su labor lo llevó a colaborar con Iván Simonovis en el desmantelamiento de la banda delictiva «Los Suramericanos», y fue responsable del mayor decomiso de drogas en la historia de Venezuela en 1997.
A Rolando también lo apresaron en noviembre de 2004 junto a Otoniel y su primo Juan Bautista Guevara. Recibió la misma condena que su hermano en el caso del asesinato del fiscal Anderson: 27 años y 9 meses de prisión.
Juan Bautista Guevara Rodríguez
Juan Bautista Guevara Rodríguez, primo de Otoniel y Rolando Guevara, también fue un exfuncionario de la PTJ y su carrera profesional se desarrolló en el mismo entorno de seguridad e investigación policial que la de sus dos parientes. Aunque su perfil público es menos conocido que el de los hermanos Guevara, su supuesta implicación en el caso Anderson lo sitúa igualmente en el centro de la controversia.
A Juan lo detuvieron el 20 de noviembre de 2004 funcionarios policiales que, según los reportes, lo privaron de su libertad de manera ilegal. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) documentó que, durante su detención lo llevaron a un paradero desconocido y sometieron a torturas.
Lo acusaron y condenaron junto a sus primos por los mismos delitos: homicidio calificado con alevosía y premeditación en el caso del asesinato del fiscal Danilo Anderson.
La sentencia que recibió fue de 29 años y 6 meses de prisión. Su caso también se presentó ante la Corte-IDH, que señaló al Estado venezolano como responsable de su detención ilegal, tortura y la falta de garantías judiciales en su proceso.
El caso Danilo Anderson y su contexto político
El caso del fiscal Danilo Anderson es el eje central de las acusaciones contra los hermanos Guevara.
Anderson era un fiscal clave en la investigación de los hechos del golpe de Estado de 2002. Su muerte la interpretó el gobierno de Chávez como un acto de conspiración política, lo que llevó a una investigación que culminó en la detención de los Guevara.
El juicio recibió críticas de la oposición política y por defensores de los derechos humanos, que consideraron que el proceso estuvo lleno de irregularidades.
A pesar de las investigaciones adicionales por parte de la fiscalía sobre otros crímenes, como los ocurridos el 11 de abril de 2002 en Puente Llaguno, los atentados de Caracas de 2003 y la rebelión de los oficiales de la Plaza Francia, no se pudo demostrar la participación de los Guevara en estos hechos.
En 2020, se reportó que un grupo de presos en la cárcel de El Helicoide, entre ellos Otoniel, padecía síntomas de Covid-19. La situación de los hermanos Guevara continúa siendo un punto de controversia y debate en la política venezolana.