En la entrada de la Farmacia de Alto Costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) en Los Ruices, Caracas, el sol no detiene a los cientos de pacientes que, desde alrededor las 4:00 de la madrugada, forman filas interminables con la esperanza de conseguir los medicamentos que les permitan seguir viviendo.

La escena, según una indagación en redes sociales, se repite como en casi todas las 20 farmacias de alto costo del país: “No hay medicinas” para muchas patologías que requieren de esos fármacos, que en el mercado privado no son asequibles para todos los bolsillos.

Para pacientes con enfermedades crónicas como cáncer, esclerosis múltiple, lupus o VIH, e inclusos aquellos que han tenido trasplantes de órganos, la espera no es solo un trámite; es una carrera contra el tiempo.

A las afueras de la farmacia perteneciente al Ivss, María González*, de 42 años, diagnosticada con cáncer de cuello uterino, sostiene un informe médico mientras relata su odisea. “Llevo seis meses buscando Leuprolide y Rituximab. Sin ellos, mi enfermedad avanza. Quiero ver crecer a mis hijos, pero no sé si podré”, dice con la voz entrecortada.

Como ella, miles de venezolanos enfrentan la escasez de medicamentos esenciales, una crisis que se agudizó desde finales de 2024, pues desde finales de año se han reportado falla en esas medicinas.

El Ivss, encargado de distribuir gratuitamente tratamientos para esas enfermedades, reporta esfuerzos para mantener el suministro, pero la realidad es que es difícil conseguir de manera masiva esos productos.

El micofenolato, vital para evitar el rechazo de órganos trasplantados, lleva más de ocho meses sin llegar a las farmacias del Seguro Social, según reportan ONG como Amigos Trasplantados de Venezuela. En el mercado privado, una caja de micofenolato cuesta hasta 80 dólares.

Para los pacientes oncológicos, la situación es igualmente crítica. Medicamentos como Mabthera, Ifosfamida, Mesna, Etopósido, Nivolumab, Rituximab, Leuprolide, Tamoxifeno, Taxol, Doxorrubicina, Ciclofosfamida, Cisplatino, Carboplatino, Oxaliplatino, Paclitaxel, Recormon y Gemcitabina brillan por su ausencia.

La Sociedad Anticancerosa de Venezuela advierte que el cáncer, segunda causa de muerte en el país, avanza sin control debido a la falta de diagnósticos tempranos y tratamientos.

Lo que más falla

Pacientes con hipertensión pulmonar, por ejemplo, no encuentran Bosentan, Iloprost, Epoprostenol ni Sildenafil, mientras que quienes padecen esclerosis múltiple o artritis reumatoide buscan desesperadamente Rituximab, un fármaco que también controla la inflamación en estas condiciones.

En las redes sociales y grupos de apoyo, los pacientes comparten estrategias para sobrevivir: trueques de medicinas, donaciones de ONG o compras en el mercado negro, donde los precios son exorbitantes.

“Una ampolla de Rituximab (tratamiento contra el cáncer ) puede costar más de 1.000 dólares. ¿Quién puede pagar eso?”, se pregunta otra paciente que infructuosamente fue a la sede de Los Ruices a buscar el medicamento.


Este reportaje se basa en testimonios reales y datos verificados. Los nombres de algunos pacientes y especialistas han sido cambiados u omitidos deliberadamente para proteger su privacidad o seguridad