Auge y caída de José Enrique Rincón: el aliado del oficialismo conocido como el Rey del Camarón

Su relación con el poder central lo convirtió en un “intocable” en el estado Zulia. Pero Rincón cayó en desgracia y ahora es involucrado en una trama de traición y conspiración, luego de controlar el 70% de la producción de camarón en Venezuela y la exportación del producto a Europa 

Por: La Hora de Venezuela 

Hasta noviembre de 2024, José Enrique Rincón era uno de los aliados de líderes del oficialismo en el Zulia, intocable para autoridades civiles y militares. Tenía a alguien que lo protegía desde el poder central. Pero ahora, de acuerdo con la versión del ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Diosdado Cabello, es el archienemigo de la administración de Nicolás Maduro.

En 1988, José Enrique Rincón comenzó a levantar lo que se convertiría en el mayor emporio camaronero de Venezuela: el Grupo Lamar. Tres décadas después, su red de 44 granjas producía cerca del 70 % del camarón nacional, con más de 50.000 toneladas anuales destinadas a la exportación a Europa. Ese dominio le ganó un apodo: El Rey del Camarón.

Además del negocio acuícola, Rincón diversificó sus negocios en al menos 70 empresas que iban desde plantas de alimentos y restaurantes hasta una firma llamada Ingeniería 3030, presidida por su hijo Juan Diego Rincón Sabatini.

Un conflicto empresarial que encendió las alarmas

El principio del fin se remonta al 15 de agosto de 2021, cuando Juan Diego Rincón Sabatini, como presidente de Ingeniería 3030, adquirió 50 % de las empresas Reciclajes Occidentales JL y Tran-Occidente JL, dedicadas al reciclaje de metales. 

Uno de los socios era Juan José Linares Flores quien estaba en el negocio desde el año 2015.  Las recicladoras se dedicaban a producir lingotes de estaño y pailas de aluminio para el mercado nacional e internacional. 

Las empresas tienen sus sedes en La Cañada de Urdaneta y Ciudad Ojeda, en el estado Zulia. Además, junto a su esposa, Lolimar Mujica y sus hijos Juan Diego y Juan Vicente Linares Mujica, Linares Flores registró una compañía de nombre Reciclajes Occidentales JL INC en Orlando, Florida, en el año 2018, de acuerdo con el reporte de corporaciones de ese estado. 

En 2023 estalló una disputa legal: el hijo del Rey del Camarón intentó tomar control de ambas compañías. Solicitó revisar los libros de las dos empresas y poder tomar decisiones por haber comprado 50 % de las acciones. 

El conflicto escaló en 2024 a un juicio penal en el que jueces y fiscales parecían alinearse con los intereses de Rincón. Linares terminó detenido. Pasó lo mismo con su esposa y el abogado Carlos Atencio. Quedaron imputados por apropiación indebida, de acuerdo con el expediente judicial.

Para tratar de salir de la cárcel, Linares Flores contrató como defensora a Miriam Morandy, exmagistrada del Tribunal Supremo de Justicia y comadre de Cilia Flores, quien en 2014 la postuló para sustituir a Luisa Ortega Díaz como fiscal General de la República, puesto que no alcanzó porque la vincularon con un narcotraficante. 

En mayo de 2015, el Comando Nacional Antidrogas de la Guardia Nacional, al mando del general Héctor Armando Da Costa, detuvo en el aeropuerto de Maiquetía al narcotraficante Richard Cammorano, experto en lavado de dinero.

Cammorano estaba solicitado por las autoridades cuando pretendía huir. En su fuga lo acompañaba Miriam Morandy, la comadre de Cilia Flores, quien quedó detenida por un breve tiempo, porque una llamada ordenó su liberación.

Esa detención en el aeropuerto cortó sus aspiraciones de ser fiscal general. Luisa Ortega Díaz, con el apoyo de Diosdado Cabello, repitió al frente del Ministerio Público. Mientras que el general Hernández Da Costa se encuentra preso desde 2018, acusado de participar en el atentado con un dron, en agosto de ese año. Sin embargo, sus amigos dicen que le cobran el haber detenido a la exmagistrada. 

En 2024, ya en el ejercicio privado, Morandy solo se encargó de la defensa de Linares Flores. Mientras que Susana Barreiros, exjueza penal, quien condenó a más de 13 años de prisión al dirigente político Leopoldo López y se encuentra sancionada por la Unión Europea, asumió la representación de Mujica y Atencio.

Sin duda, fue la irrupción de Morandy la que cambió el tablero. La exmagistrada intentó convencer al juez superior penal del Zulia, Pedro Velasco, para lograr la libertad de su defendido, pero fuentes aseguran que Morandy se sintió maltratada. 

Entonces se oscureció el panorama para los representantes del Poder Judicial responsables de la detención de Linares Flores y para José Enrique Rincón. 

Esta es una de las pocas fotos de José Enrique Rincón que circulan en internet (Cortesía La Hora de Venezuela)

Caen jueces y fiscales

En noviembre de 2024, la tensión estalló. El 20 de noviembre, el presidente del Circuito Judicial Penal del Zulia, Pedro Velasco, fue arrestado junto al fiscal superior José Gregorio Rondón y las juezas Maurelis Vílchez y Maryorie Plaza, todos relacionados con el caso Linares.

Tres días después, el ministro de Interior, Diosdado Cabello, anunció la desarticulación de una supuesta trama conspirativa en el Zulia liderada por Rincón, a la que denominó Operación No a la Navidad. 

En el relato oficial, el plan buscaba desestabilizar al país en diciembre para impedir la juramentación de Nicolás Maduro, el 10 de enero de 2024.

La lista de implicados incluyó a figuras opositoras como María Corina Machado e Iván Simonovis, así como a militares venezolanos y paramilitares colombianos. También fueron detenidos, entre septiembre y octubre, Pedro Guanipa (jefe de despacho de la Alcaldía de Maracaibo y hermano de los dirigentes Juan Pablo y Tomás Guanipa) y el alcalde, para ese momento, Rafael Ramírez Colina.

Sin embargo, Guanipa y el alcalde estaban presos desde el 26 de septiembre y el 1° de octubre de 2024, más de 50 días antes de que Cabello mencionara la operación No a la Navidad.

Hasta el 23 de noviembre, el ministro de Interior y Justicia no había aclarado cuáles eran los delitos imputados a los dos dirigentes políticos. Fue a partir de ese día cuando se supo que a Guanipa y a Ramírez los hacían parte de un complot en contra de Maduro.

El derrumbe del imperio

A partir del 23 de noviembre, comenzaron a circular señalamientos sobre los supuestos contratos de Ingeniería 3030, la empresa presidida por Juan Diego Rincón Sabatini, con la Alcaldía de Maracaibo para la recolección y reciclaje de basura, actividad que en realidad ejecutaban las brasileñas Manovial y Sustentare.

Fuentes relacionadas con la administración de Ramírez en la alcaldía de Maracaibo, aseguran que las empresas brasileñas ganaron el contrato luego de una licitación. Afirman que la ventaja de Manovial y Sustentare fue que ofrecieron la operatividad de 40 camiones para la recolección de basura. Sin embargo, reconocen que las compañías contaron con el padrinazgo de José Enrique Rincón. “Él no tocó el dinero”.

Desde Maracaibo también aseguran que Rincón intervino en el negocio del aseo con la alcaldía opositora dirigida por Ramírez, porque antes tuvo la aprobación de su principal aliada en el poder central: la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez. 

Cuando el derrumbe de su imperio ya era un hecho, Rincón ya estaba en España. Su familia más cercana también se encontraba fuera del país. 

Mientras que Maduro ordenó la intervención de todas las empresas del Grupo Lamar. Las brasileñas fueron desplazadas y Corpozulia tomó control de los 40 camiones de basura, cobrando el servicio a la Alcaldía.

El 5 de diciembre de 2024, medios oficialistas acusaron a Rincón de vínculos con mafias de corrupción y conspiración. En abril de 2025, un incendio destruyó la planta Antártica del Grupo Lamar, en San Francisco, Zulia, provocando pérdidas millonarias.

El 11 de agosto de 2025, Cabello aseguró que Rincón se reunió con María Corina Machado en Colombia. Allegados del empresario afirman que no pisa ese país desde hace 30 años.

Un empresario zuliano y una dirigente política que lo conocen y que son sus amigos coinciden en que Rincón siempre trató de mantenerse al margen de la política, aunque reconocen que dónde ve la oportunidad de hacer negocios, los hace.

La Hora de Venezuela intentó entrevistar a Rincón, pero sus allegados afirman que no quiere hablar. Esperan que la situación se resuelva a favor del Grupo Lamar. A Linares no fue posible contactarlo. 

Ante esta situación, surgen preguntas. ¿Realmente conspiraba Rincón contra el oficialismo? ¿Fue la vinculación de la comadre de Cilia Flores con el caso de Linares Flores lo que precipitó su caída? ¿No le bastó el apoyo de Delcy Rodríguez para defenderse de sus enemigos? ¿Es una víctima colateral de un plan para quitarle el poder a la oposición en el Zulia? ¿Se convirtió en víctima colateral de las pugnas internas del chavismo?

Hoy, el Rey del Camarón ya no reina: sus empresas están intervenidas, sus restaurantes cerrados y su nombre marcado por el oficialismo.