Los más vulnerables también sufren la crisis. Aunque los papás no quieran que les toque, la escasez, el desabastecimiento y la inflación también llegan a los más pequeños de la casa. De acuerdo con un estudio hecho por la consultora venezolana More Consulting, 46,7% de los representantes encuestados aseguraron que sus hijos comían menos de tres veces al día.
Los datos fueron revelados en un estudio hecho por la consultora, la cual contó con una muestra de 767 padres residenciados en distintas regiones del país. Las encuestas se realizaron entre el 8 y el 12 de agosto de 2016. Los datos presentaron un realidad aún más dura: Los representantes dejaban de lado su alimentación para darles de comer a los más pequeños de la casa.
Los padres colocan a sus hijos en el primer lugar. Más de la mitad de las personas, 57,8% de los encuestados por More Consulting, aseguró haber dejado de comer para darle la comida a los más pequeños. “El que trae la comida no es el que más come. Primero comen los niños, después los ancianos y, por último, el que compra el alimento”, expresó el diputado Miguel Pizarro durante la presentación del estudio.

Sobre las inasistencias de los más pequeños a los salones de clase, los representantes se expresaron de la siguiente manera: 17,2% dijo que sus hijos no fueron porque no había comida en casa y los niños estaban muy débiles; 15,3% aseguró que la falta se debió a que el dinero del transporte fue utilizado para hacer compras de la casa; mientras que 4,6% expresó que su representado no fue a clases porque ayudó a los padres a conseguir comida.
También hubo ocasiones en las que la única comida que tuvieron los niños durante el día la dieron en el comedor de la escuela: 11,9% de los encuestados aseguró que sus hijos solo llenaron la barriga con la comida del programa de alimentación ofrecido en las escuelas. Otro 38,1% alegó que sus representados dejaron de asistir a clases algún día porque no había suficiente comida en casa.
“No vamos a resolver el problema del hambre con las ollas comunitarias“, dijo Pizarro, quien propuso que los esfuerzos individuales se unieran para hacer frente a esta situación y evitar que se normalice, como ha ocurrido con la inseguridad.
Añadió que los resultados del estudio serán presentados también a organismos internacionales de las Naciones Unidas como la Unicef (para la infancia) o la para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
Para hacer frente al problema del hambre en las escuelas, el sociólogo e investigador Luis Pedro España propuso la acción conjunta del sector público y el sector privado, este último especialmente como proveedor. Sin embargo, destacó la necesidad de implementar mecanismos de supervisión y auditoría para garantizar una mayor efectividad y transparencia en este tipo de acciones.
Migración escolar
El inicio del nuevo año escolar 2016-2017 está marcado por la incertidumbre. El estudio realizado por la empresa consultora también evaluó la problemática de la migración escolar de instituciones privadas a públicas. Se preguntó a los representantes qué decisión tenían prevista tomar de cara al próximo año académico.
Si bien 54,8% de los encuestados aseguró que harían sacrificios para mantener a sus hijos en colegios privados o subvencionados, otro grueso se quedó sin esa opción. 17,5% afirmó que tendrá que inscribir a sus hijos en un colegio público porque la situación económica actual no les permite acceder a la educación privada.
Otro 5,5% dijo que, ante la imposibilidad de pagar un colegio, el niño tendría que dejar de estudiar.
