La época de las gallinas flacas persistirá el próximo año en Venezuela. La deuda externa mantiene ahorcada las finanzas públicas, lo que impedirá incrementar los niveles de importación y mitigar la escasez en rubros como alimentos y medicamentos, según el análisis de Ricardo Villasmil, economista y director de ACCS Consultores.
En un foro organizado por Cámara Venezolana Americana de Comercio e Industria (Venamcham), Villasmil explicó que para financiar la deuda externa y no caer en default es necesario reducir las compras en el extranjero, porque, además, el valor del petróleo se mantendrá en descenso, lo que limitará al Gobierno venezolano a cumplir con ambos compromisos.

Pero al Gobierno le siguen quedando muy pocas cartas de juego. Un posible incremento de tributos, el eventual aumento del precio de la gasolina o crear nuevos impuestos no disminuirá el déficit de ingresos que existe en el país. De hecho, en cifras actualizadas la utilidad por exportación de petróleo cayó en 26% este último año, de acuerdo con el economista.
En 2009 la deuda externa era de tres mil millones de dólares, pero en 2016 la cifra se montó en 26 mil millones de dólares y, para tratar de subsanar esos compromisos, el Gobierno ha liquidado activos, entre ellos reservas internacionales y canjes de oro.
“Cuando tenga que subirle el salario a un médico o a un maestro, pues tendrá que evaluar bien. En 2017 nos tenemos nada para enfrentar un escenario de precios bajos en el mercado petrolero. Si anticipaban que lo peor ya pasó, esa no es la realidad”, dijo.
Esta realidad es el resultado de un endeudamiento excesivo entre los años 2005 y 2007, según dijo Villasmil. Ahora el Gobierno de Nicolás Maduro debe pagar una deuda en un contexto donde Venezuela tiene el financiamiento internacional totalmente cerrado y además persisten las elevadas tasas de interés.
“Venezuela se endeudó en la medida que crecieron sus ingresos. Por ejemplo, Arabia Saudita hizo lo contrario, acumuló activos en el exterior. Ellos están pasando una crisis de baja de precios del petróleo, pero tienen cómo enfrentarlo con 800 mil millones de dólares en reservas. Lo mismo hizo Perú, saldó su deuda externa con venta de activos, pero con la caída del principal producto de exportación la situación ni se compara con la de nuestro país”, amplió.
Por otro lado, el exceso de liquidez es uno de los problemas que agudiza la situación por lo que monetizar el déficit traerá, según el analista, mayores problemas. “Pero no podemos dejar de imprimir dinero de la noche a la mañana, porque entonces nos quedaríamos sin bolívares”, alertó.
Villasmil cree que si Maduro llega a 2019 como Presidente, la inestabilidad económica y la fragilidad política continuarán. Por ello, cree necesario un acuerdo político social que permita estabilizar la economía y hacer más eficiente las entidades públicas.
Datos:
A estos escenarios se le agrega que Venezuela está en los últimos lugares del ranking mundial de naciones para hacer negocios. Además, entre 1999 y 2016 fue el séptimo país con menor crecimiento en el mundo.