autopista Francisco Fajardo este miércoles, 26 de octubre. Salió de San Bernardino, pero llegó puntual a la cita de la oposición en Parque Cristal. No sin antes pasar una verdadera odisea para movilizarse de punta a punta: Con las estaciones de Metro cerradas, tuvo que rodar desde Sabana Grande hasta Parque del Este. Y así lo hizo. Rodó, pero no en un carro, sino en su silla de ruedas.“Mi novia y yo nos bajamos en Sabana Grande porque el resto de las estaciones estaban cerradas. Ahí vimos más gente. Los mismos operadores del Metro nos dijeron que teníamos razón de salir a marchar, que no era justo que cerraran las estaciones y que ayer el servicio fuera gratis porque marchaba el chavismo“, dijo mientras veía la “Toma de Venezuela” en primera fila desde el distribuidor de Altamira.David fue solo uno de tantos, pero cientos partieron del punto convocado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el municipio Chacao. A las 8:30 am, la convocatoria pintaba aguada, pero los pitos, vuvuzelas y consignas empezaron a hacerse sentir con fuerza una hora después.“¿Quiénes somos? Estudiantes”, gritaban los jóvenes del Movimiento Estudiantil. “¿Qué queremos? Revocar“, continuaban con mayor ímpetu. Unos que llegaban tardíamente a la convocatoria, desprevenidos, aprovechaban para comprar una gorra —ofertadas alrededor de los 5 mil bolívares— y así ponerse a tono con la ocasión.“No podemos esperar a que lleguen los líderes, tenemos que movernos”, gritó una mujer con una bandera gigante de Venezuela, ansiosa por bajar a la autopista. Otros, más calmados, esperaron a que llegara el tan anunciado acompañamiento de Lilian Tintori. No eran ni las 10:00 am y ya los más osados se encaminaron hacia Altamira Sur para ser los primeros en tomar el asfalto de la autopista.Las gotas de sudor no se podían esconder de las frentes ni las franelas —decoradas con un corazón tricolor, la famosa consigna de Leopoldo López “el que se cansa, pierde” o improvisadísimos “Revocatorio Ya” pintados con marcadores.Los vendedores de chupis, helados, raspaditos, cocadas, agua y hasta cerveza hicieron “su agosto” a pesar de lo mucho que le ha pegado la inflación a sus precios.

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David Cedeño, de 36 años, llegó a la convocatoria en Parque Cristal a las 9:30 am

“Nosotros salimos a marchar porque esto no se lo cala nadie“, afirmó Abraham, quien asistió a la convocatoria de este miércoles, 26 de octubre, con ocho personas más. “Mi hija, que vive afuera, me mandó un mensaje diciendo ‘salgan a marchar, Mami’. Me pidió que nos quedáramos en la calle y defendamos al país para que ellos puedan volver”, agregó un familiar de Abraham.Por sus hijos también salió a marchar Rodrigo Agudo, de 66 años. A las 10:00 am llegó con su esposa al distribuidor Altamira: “De mis cinco hijos, cuatro viven fuera del país. Mis tres nietos también. Esa es la razón por la cual estoy aquí”, dijo con las mejillas rosadas por el sol. “Vinimos para rescatar a Venezuela y para que las familias se reencuentren”, sentenció.A pesar del calor y de los cuerpos pegados unos con otros, la gente se mantuvo en la autopista. Unos buscaron atajos por la maleza para poder llegar a la tarima donde estaban los dirigentes de la oposición. Otros mirones veían desde los distribuidores, muritos y edificios que rodean la arteria vial. La convocatoria que pintaba floja más temprano, se volvió multitudinaria y se convirtió en una toma.“Todo eso te da más fuerza“, dijo David después de tantos obstáculos para poder llegar, tras rodar de Sabana Grande hasta Parque del Este. También luego de ver desde la autopista la Toma de Venezuela.  “No podemos quedarnos en casa esperando el cambio”, sentenció.]]>

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