Trabajadores sociales, criminólogos e investigadores de Venezuela alertaron que los recientes casos de crímenes cometidos por niños y jóvenes tienen relación con la crisis económica y social que atraviesa el país, una situación que pasa, denunciaron, por la ausencia de políticas preventivas.
“Son niños que a lo mejor antes vivían de limosnas, de regalos, y de la bondad de la gente y todo eso se ha ido restringiendo por la misma crisis que estamos padeciendo en Venezuela y eso te lleva a que surjan cosas extremas”, dijo a Efe el profesor de la cátedra de Delincuencia Organizada en la Universidad Central del país, Marcos Tarre.
La madrugada del domingo pasado dos sargentos del Ejército fueron atacados mortalmente por un grupo de niños y adolescentes, entre ellos una joven, en el bulevar de Sabana Grande. Por el caso, tres jóvenes de 14, 15 y 17 años tienen privativa de libertad tras ser imputados por el delito de homicidio calificado. También están detenidos un niño de 10 años y otro de 12, quienes fueron llevados a un centro de atención.
El también fundador del Observatorio del Delito Organizado y presidente de la Asociación Civil Venezuela Segura indicó que es el Estado el que tiene que aplicar políticas públicas que lleven a la prevención de este tipo de situaciones en las que, aseguró, cada vez son más los niños que cometen delitos.
El especialista también recordó a la estudiante de 18 años embarazada que murió en Caracas hace un mes tras recibir una brutal paliza por parte de un grupo de compañeras, lo que a su juicio demuestra que no hay “atención social” por parte del Estado.
Afirmó que “todo lo que era trabajo social desapareció” con la llamada revolución bolivariana que impulsó el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y que ahora continúa el Gobierno de Nicolás Maduro, lo que se suma “al empobrecimiento brutal que sufre el país”.
Para el abogado criminalista Fermín Mármol, estos casos en los que se observa a la población más joven cometer crímenes son un “signo inequívoco” de que Venezuela “se alejó del progreso” y ha abrazado “el primitivismo” que también se observa en el hecho de que tenga uno de los índices más elevados de embarazo precoz en la región.
“Venezuela tiene cuatro años consecutivos en el lugar número uno en tasa de embarazo precoz”, dijo Mármol a la emisora privada Unión Radio que también mencionó como “signos de primitivismo” el aumento del sicariato y el “irrespeto a la propiedad privada” en el país.
Señaló que bajo este escenario la población más vulnerable, como la infantil, se encuentra en estado de abandono, aunque aclaró que “estos niños” que han sido protagonistas de los recientes crímenes “son recuperables” pero “el gran problema” es cuándo se detendrá la presencia de esos chicos en situación irregular en la calle.
“Si no controlamos el embarazo precoz, si no controlamos la paternidad irresponsable, si no controlamos la deserción escolar, se nos van a llenar nuestras principales ciudades de niños de la calle, y detrás de ellos hay un odio social y nos van a pasar una factura muy costosa”, apuntó Mármol.
Pidió, en este sentido, que este tema una a toda la sociedad “al sector privado, a las iglesias de los distintos cultos, a los gremios, a la universidad” aunque, matizó, “es el Estado, el gobierno nacional” el que tiene la responsabilidad de crear políticas.
EFE